Historia — 31 de enero de 2016 at 23:00

Aportaciones de la Península Ibérica a la paleoantropología europea

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En las últimas décadas, la paleoantropología ha experimentado avances espectaculares, que se traducen en una visión más compleja del hecho evolutivo humano, donde la simpleza del hombre-mono parece ir desapareciendo o al menos retrocediendo a millones de años atrás. También parece cada vez más evidente que no ha habido una humanidad sino varias humanidades.

En este sentido, la Península Ibérica ha aportado numerosos yacimientos con cuyos hallazgos se ha podido reconstruir un perfil del linaje humano en Europa, mucho más complejo y profundo que la simple percepción del hombre de la Edad de Piedra. Por las lógicas limitaciones de espacio, en este artículo limitaremos el ámbito de la exposición al período anterior al Auriñaciense.

En la actualidad, los científicos parecen estar de acuerdo en que el paso de los primeros homínidos a Europa no se produjo por el estrecho de Gibraltar, dado que los 600 metros de profundidad que tendría que descender el nivel del mar para dejar libre una comunicación terrestre no se produjo sino millones de años antes de encontrar los primeros restos homínidos. Por otro lado, para la ciencia actual parece descabellado que hace más de un millón de años se pudiera salvar el estrecho de Gibraltar cruzando el mar. Por lo tanto, parece haber acuerdo en escoger el extremo oriental de Europa como punto de entrada de los homínidos africanos, a través de Oriente Próximo.

El momento en que pudo ocurrir esta auténtica odisea depende del resultado de una pugna científica, puesto que los restos homínidos más antiguos en Europa se disputan entre los encontrados en Orce (Granada) o en Atapuerca (Burgos).

Investigaciones llevadas a cabo en los años 80 confirmaron la existencia de restos líticos y un fragmento de un cráneo  que se atribuyó a un individuo del género Homo, sin poder determinar la especie, junto a importantes restos de fauna y flora en Venta Micena, cerca de Orce, en plena depresión de Guadix-Baza, al este de la provincia de Granada. Se atribuía a la presencia humana en la zona una datación en torno a 1.800.000 años, cifra que entraba en conflicto con la que se estaba asignando a la del «paso» de los homínidos desde África hasta Europa, en torno a los 700.000 años. La coincidencia de esta cronología con la de Atapuerca prueba la dispersión geográfica de la población peninsular en esa época. Posteriormente se puso en entredicho el que los restos óseos pertenecieran al género Homo, y más bien se relacionaron con especies animales, abundantes en la zona, que entonces era pantanosa y con clima templado.

Tales discusiones han detenido las investigaciones durante años, nuevamente reanudadas. No obstante, y a través del estudio de otros yacimientos de la comarca, empieza a estar fuera de toda duda que hace al menos 1,3 millones de años ya había presencia humana en la zona, en torno al lago que hoy es la «hoya» de Guadix-Baza. Se han encontrado numerosos restos líticos, principalmente raspadores de sílex, que se asocian a la abundancia de caza.

Las diferentes excavaciones de Atapuerca han dado unos resultados espectaculares, con la descripción de un nuevo homínido, Homo antecessor, el hallazgo del 90% de todos los fósiles mundiales de Homo heidelbergensis, así como la prueba más antigua del poder de simbolización del hombre, por no hablar de descubrimientos en la paleofauna, como la descripción de una nueva especie de oso y otra de musaraña, y la descripción de paleoambientes desconocidos.

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Los homínidos de Atapuerca

La sierra de Atapuerca se encuentra en el valle del río Arlanzón, en Burgos. Presenta un relieve kárstico que ha dado lugar a una gran red de cuevas naturales, en muchas de las cuales se han propiciado las condiciones naturales óptimas para que se acumularan y consolidaran sedimentos de hace más de un millón de años, en un estado de conservación muy bueno. A principios del siglo XX se realizó una trinchera de un kilómetro de longitud a lo largo de parte de este relieve kárstico, como resultado del trazado de una línea de ferrocarril, que cayó en desuso por falta de viabilidad económica. Sin embargo, esta trinchera dejó al descubierto algunas de las excavaciones más formidables de este yacimiento paleontológico, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Así, la Sima de los Huesos, del Elefante, la Gran Dolina o la Galería son algunos de los emplazamientos de excavaciones que han proporcionado unos descubrimientos formidables.

Los principales descubrimientos en Atapuerca son los siguientes. Se han encontrado restos humanos de Homo antecessor a un nivel de 1,2 millones de años (en Sima del Elefante) y de 780.000 años (Gran Dolina), así como numerosos elementos líticos vinculados a esta especie, que se han identificado como propios del Modo técnico 1 (u Olduvayense). También han aparecido más de 5000 fósiles de unos 32 individuos de Homo heidelbergensis, que suponen más del 90% de todos los fósiles humanos del Pleistoceno Medio del mundo. Estos restos son en su mayoría de la Sima de los Huesos, en sedimentos de 530.000 años. Este yacimiento es único en el mundo porque se cree que era un lugar de enterramiento o depósito de los cadáveres. En él se ha encontrado el único instrumento lítico, de unos 400.000 años, un bifaz sin usar, de un material diferente del que hay en los alrededores, y que parece ser que se arrojó a la sima de manera consciente, para acompañar a algún difunto, lo que indicaría la presencia de una mente simbólica y reflexiva (preguntándose por el enigma de la vida y de la muerte) y de la presencia de sentimientos. Por lo excepcional de la pieza, se le llamó Excalibur por parte de sus descubridores. Esto acontecía en un ser humano de una especie diferente a la nuestra, el Homo heidelbergensis, hace 400.000 años, lo cual indica el grado de humanización que había en esta especie, no solo en lo físico, sino en lo espiritual.

En Atapuerca también se han hallado numerosas muestras de industria lítica del Modo Técnico 2 (Achelense), que se ha encontrado asociado al Homo heidelbergensis. Y, por último, manufacturas líticas del Modo Técnico 3 (Musteriense), que generalmente se hallan asociadas con restos de Homo neanderthalensis, aunque en el caso de Atapuerca han aparecido sin acompañar a ningún resto humano.

Dada la gran cantidad de restos animales que acompañaban a los restos homínidos, se han podido estudiar las especies que servían de alimento (por las muescas en los huesos), e incluso que existía canibalismo ya entre el Homo antecessor. Se han podido reproducir con detalle las comunidades animales y vegetales entre las que vivían los homínidos, y su posible relación con el resto del ecosistema.

Uno de los aspectos más importantes de los descubrimientos de Atapuerca tiene lugar en el ámbito de la filogenia. Se ha descubierto el Homo antecessor, el último eslabón común a partir del cual se separa el linaje de los neandertales y el linaje de los sapiens (nosotros). Este Homo antecessor pudo haberse desarrollado entre África y Europa, y a partir de él derivaría el Homo heidelbergensis, y de este a su vez el Homo neanderthalensis, especie únicamente europea, y por otro lado, el Homo rhodesiensis, del que se desarrollaría el Homo sapiens, ambos en África. De esta manera, el árbol filogenético humano no tendría una sola rama que se va desarrollando paulatinamente, sino tres linajes diferentes que marchan al unísono: el linaje del Homo erectus, que llega hasta el recién descubierto Homo floresiensis, en Indonesia, el linaje del Homo neanderthalensis, que fue netamente europeo, y el linaje del Homo sapiens, que surge en algún punto de África y se distribuye por el resto del mundo.

Neandertales y cromañones

aportaciones paleontologia 2Los neandertales ocuparon el continente europeo y parte del asiático durante 200.000 años, hasta que los antiguos cromañones fueron penetrando por el este de Europa hacia el oeste. Ambas especies convivieron durante unos quince mil años, durante los cuales los neandertales fueron perdiendo terreno de manera paulatina. No se sabe a qué se debió este retroceso; no parece que hubiese guerras, sino sencillamente un mejor aprovechamiento de los recursos naturales. H. heidelbergensis, H. neanderthalensis y H. sapiens, de líneas evolutivas diferentes los dos primeros con respecto al tercero, sin embargo podían articular sonidos y establecer un lenguaje, tenían capacidad de simbolizar, de abstraerse, de conformar sociedades con algún grado de altruismo y eran inteligentes, pero no se sabe qué hizo que el sapiens se quedara y el neandertal desapareciera (El Homo heidelbergensis no llegó a ser coetáneo del Homo sapiens).

Precisamente, los últimos lugares de los que se tiene constancia de la presencia del Homo neanderthalensis son de la Península Ibérica. Efectivamente, hay numerosos yacimientos en España y Portugal que abarcan todo el período Musteriense, donde predominaron los neandertales, desde el famoso cráneo de Gibraltar. Sin embargo, quizás los más llamativos, por ser considerados los últimos emplazamientos de este homínido antes de su desaparición, son los yacimientos de Carihuela (Granada), Zafarraya (Málaga), El Sidrón (Asturias) y Gorham (Gibraltar). El último grupo de neandertales se ha datado en Gibraltar hace 28.000 años, y el resto oscila entre hace 30.000 y 37.000 años. De todos estos yacimientos, el de la Carihuela (Píñar, Granada) es el más excepcional, puesto que abarca una serie estratigráfica ininterrumpida desde el Pleistoceno Medio hasta hace 29.000 años. Los neandertales ocuparon desde hace 145.000 años hasta hace 29.000, y posteriormente el sapiens. Esta circunstancia puede proporcionar las claves del declive neandertal, y algunas de sus características humanas en relación con los sapiens, como la capacidad de asimilar nuevas tecnologías y formas de cultura de estos últimos. De hecho, en otros lugares de Europa se han encontrado neandertales tardíos junto a elementos culturales y manufacturas que bien podían haberse atribuido a cromañones.

Si tenemos en cuenta que en el norte de la Península Ibérica hay yacimientos con niveles del Paleolítico Superior, del período Auriñaciense (propios del sapiens) desde hace 40.000 años, que faltan en el sur, y en el sur son más frecuentes restos del Musteriense (propios del neandertal), parece ser que la Península Ibérica estuvo repartida entre ambas especies durante varios milenios. Se ha postulado el río Ebro como la frontera entre ambos territorios, una frontera que delimita regiones biogeográficas diferentes, eurosiberiana la septentrional, donde se distribuye el sapiens, mejor adaptado a este ambiente, y mediterránea la meridional, donde se encuentra el neandertal. Sin embargo, hace 30.000-28.000 años la glaciación de Würn entra en el período de frío más intenso, y las condiciones eurosiberianas se desplazaron hacia el sur, facilitando la invasión de los cromañones en el territorio neandertal.

¿Hubo hibridación entre los neandertales y los sapiens? No se sabe a ciencia cierta, pero no es descartable. De hecho, parece que sí pudo haber, a tenor de individuos sapiens encontrados con características neandertales muy marcadas, como es el caso de un niño encontrado en Lagar do Velho (Portugal) de hace unos 24.500 años.

Como hemos intentado mostrar, las aportaciones que la Península Ibérica hace a la paleoantropología europea son numerosas e importantes. El estudio libre de prejuicios y con las más modernas tecnologías de análisis de tantos yacimientos excepcionales, seguramente proporcionará una imagen más humana de los homínidos.

Bibliografía recomendada

Arsuaga, J.L. (1999). EL COLLAR DEL NEANDERTAL. Ed. Temas de Hoy. Madrid

Arsuaga, J.L. y Martínez, I. (2004). ATAPUERCA Y LA EVOLUCIÓN HUMANA. Ed. Caixa, Barcelona.

Cervera, J., Arsuaga, J.L., Bermúdez de Castro, J.M. y Carbonell E. (1999). ATAPUERCA, UN MILLÓN DE AÑOS DE HISTORIA. Ed. Complutense, Madrid.

Gilbert, J. (2004). EL HOMBRE DE ORCE. Los homínidos que llegaron del sur. Ed. Aula Magna. Granada.

Internet

http://www.atapuerca.tv/recursos/

Contiene una gran base documental (artículos científicos, divulgativos y material didáctico) de Atapuerca en particular y la paleoantropología española en general.

http://waste.ideal.es/primeuro.htm

Conjunto de artículos sobre el Hombre de Orce y la paleoantropología andaluza.

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