Entrevistas — 1 de enero de 2014 at 00:00

Enric Corbera: «La bioneuroemoción no es una medicina, ni pretende serlo»

por

El nuevo paradigma de la Bioneuroemoción.

Una nueva forma de concebir la salud ha irrumpido en el panorama universitario de algunos países. Saber gestionar el propio mundo emocional y limpiar programas tóxicos que están en el inconsciente son el fundamento de este método de curación.

Tenemos la hermosa oportunidad de entrevistar a don Enric Corbera Sastre, licenciado en Psicología, ingeniero, naturópata y diplomado en Bioneuroemoción por Cuba. Es fundador y formador del Instituto Español de BNE. Es conferenciante en instituciones de España, Cuba, Argentina, Méjico, Perú… Por su conocido mensaje de amor y curación ha sido nombrado Embajador de la Paz. Sus vídeos, que transmiten de forma directa y divertida el nuevo paradigma de la ciencia y la medicina, han levantado oleadas de entusiasmo y batido récords en Internet.

¿Qué es la medicina psicosomática?

Te puedo decir lo que no es, no es Bioneuroemoción. Es un nombre más que se le da al estudio de las causas emocionales que subyacen detrás de un síntoma, físico y mental. La palabra «psico» es un término referido a la mente y, por lo tanto, esta está interpretando todas las situaciones.

¿Qué es la Bioneuroemoción?

Es un método en evolución, que parte de la comprensión de que tenemos unos programas biológicos de adaptación y unos programas heredados de nuestros ancestros, los cuales se manifiestan de una forma física y psíquica. Estudia los síntomas para encontrar estos programas y así poder cambiarlos. La psique solamente nos permite ver cómo interpretamos el mundo que vemos, y esta interpretación reactiva los programas de adaptación biológica.

Usted lleva veinte años estudiando cómo las emociones afectan a la biología. ¿Podemos afirmar que todas las enfermedades tienen origen psíquico?

No; todas o casi todas las enfermedades, como ya he dicho, son adaptaciones biológicas frente a eventos exteriores; debido a nuestra mente, estos eventos activadores pueden ser reales o virtuales. Vemos el mundo que proyectamos; por lo tanto, hay que cambiar los programas que hay dentro del inconsciente.

¿Todas las enfermedades se pueden tratar con esta medicina?

La Bioneuroemoción, POR FAVOR, no es una medicina, ni pretende serlo. Es un método ecléctico, donde se aúnan diversas técnicas para buscar en el inconsciente los programas tóxicos que hemos heredado, tanto filogenética como transgeneracionalmente. Por cierto, ya se ha descubierto científicamente por una universidad de Montreal (Canadá) que heredamos los problemas de nuestros ancestros.

¿Qué importancia tienen, entonces, nuestros pensamientos y emociones en nuestra salud física?

Una importancia fundamental, porque precisamente ellos son los vehículos que llevan al inconsciente nuestra forma de percibir y de entender el mundo que vemos y la interpretación que le damos. Sin emoción no hay comunicación con el inconsciente.

¿»Quien perdona se cura»?

Sí, pero hay que tener muy claro de qué tipo de perdón estamos hablando. Del que yo hablo es metafísico: perdono porque no hay nada que perdonar, porque comprendo que la causa de lo que estoy viviendo es que lo estoy atrayendo yo mismo. Es el efecto observador (física cuántica). Lo que ocurre es que nuestra mente está tan atrapada en la culpabilidad que muchas veces se necesita estar mucho tiempo perdonando el suceso o a la persona. Por eso les pido a mis clientes que se pongan en cuarentena, que se aíslen de todo lo familiar, al igual que hacen ciertas ramas de la medicina china, que aíslan a las personas con problemas graves cuarenta días de sus familiares. De esta forma, uno, en su silencio interior, se conecta consigo mismo y puede llegar a este perdón.

¿Qué descubrimientos científicos avalan esta concepción de la salud?

Ya he nombrado uno muy importante y casi definitivo, que se puede encontrar en http://discovermagazine.com/2013/may/13-grandmas-experiences-leave-epigenetic-mark-on-your-genes#.UlSXBxZPc0P, y por nuestro lado, todos los estudios que están haciendo los investigadores cubanos. Podemos utilizar las teorías de la física cuántica, como la del entrelazamiento cuántico, que nos explica muy bien cómo cambiar la información, tal como nos demuestra una universidad hebrea de Jerusalén realizando una teletransportación de información al pasado. Como se ve, la física cuántica es nuestro aliado.

¿Qué importancia tienen las memorias transgeneracionales en las personas y sus patologías?

Para mí son fundamentales, pues son programas de adaptación guardados, porque el inconsciente interpreta que han sido peligrosas o dolorosas. Por eso las guarda para los descendientes y que estos no repitan las experiencias. Es irracional, pero es básicamente emocional por las interpretaciones que damos a ciertos acontecimientos. Los descendientes tienen una oportunidad de «limpiar» el árbol cuando se les da otra interpretación, por supuesto emocional. El perdón es el gran recurso, pues provoca una cadena de expiación de abajo hacia arriba.

¿Cómo se transmite esta información a los descendientes, de forma física (ADN) o metafísica?

Tal como ya he explicado, se demuestra que la información se transmite por el ADN, pero no por el ADN en sí, sino por el recubrimiento de tipo grasa que lo envuelve. La epigenética conductual lo demuestra muy bien. También creo que la información transgeneracional se hereda por los campos morfogenéticos, que Rupert Sheldrake llama «resonancia mórfica». Por lo tanto, la información también se guarda de una forma cuántica y como Denis Gabor demostró con la teoría del holograma: el Todo está en cada parte y la parte contiene al Todo. Todo es información y esta, en un principio, se guarda en ondas de información que colapsan en su debido momento en sucesos o programas.

¿Qué importancia tiene el llamado Proyecto Sentido o estado perinatal?

Fundamental, y ya se ha demostrado hace mucho tiempo. El mismo René Descartes ya hacía referencia a ello, y la epigenética conductual dice prácticamente lo mismo, y añadiría que el mismo sentido común nos lo dice: si las emociones afectan a nuestra salud, ¿cómo no van a afectar al ser que está en el vientre materno y en sus años iniciales de vida?

Usted, junto a colaboradores de diferentes especialidades médicas, ha organizado el Instituto Español de Bioneuroemoción. ¿Cuál es su objetivo y hacia quién va dirigido?

Enric Corbera recibe la Bandera de Embajador de la Paz, en Buenos Aires, ArgentinaVa dirigido a todo el mundo. Creemos que la BNE es una forma de vivir, una forma de evitar sufrir enfermedades y de revivir situaciones problemáticas. Vamos dirigidos al bienestar social, como calidad de vida, entendiendo que todos los factores sociales, culturales, medioambientales son aspectos que, con una buena educación emocional, repercuten en la salud física. Para nosotros, la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad.

¿Cómo es la terapia en consulta una vez se ha tomado conciencia del origen emocional de la enfermedad?

Muchas personas, con la toma de conciencia, cambian su conducta, cambian su vida, así como muchas relaciones interpersonales e intrapersonales. Se le hace un seguimiento a corta o larga distancia, según el caso. Pero yo he visto de todo, desde curaciones espontáneas a curaciones donde la gente cambia lentamente, y hasta las que no cambian y se quedan con el síntoma porque les parece muy difícil cambiar.
No nos olvidemos que la BNE no cura a nadie. No existe el concepto paciente y terapeuta, sí el de acompañar y seguir la evolución emocional de nuestro consultante. El que se cura es el propio cliente cuando encuentra unos recursos que le permiten cambiar su vida. No funciona como muchas veces nos preguntan: ¿cuántas sesiones son necesarias para tratar esta o aquella enfermedad? Esta pregunta solamente la puede hacer una persona muy mental, que no piensa que tiene que ir a lo más profundo de su inconsciente y cambiar. Este es nuestro trabajo, ayudarle a encontrar esas causas profundas e inconscientes, y cómo se entenderá esto no se puede cuantificar. Cada persona es un mundo.

El Instituto de BNE está realizando proyectos científicos en Cuba. ¿Cuáles han sido sus hallazgos y éxitos?

Varios, sobre la HTA, sobre las enfermedades del Soma, alergias, alergias alimentarias, sobre la violencia, sobre la adicción, sobre el cáncer, sobre las enfermedades mentales, etc. Ya se están haciendo ensayos clínicos de algunas de ellas. Hay poco publicado porque las publicaciones requieren tiempo.

¿Con qué obstáculos se encuentra este nuevo enfoque de la medicina?

Ninguno, no nos hemos encontrado ninguno. Es más: ya hay varias universidades de diversos países que quieren formalizar esta educación como un postgrado, tal como hace Cuba. Muchos médicos me envían a sus pacientes, muchos más de los que nunca me hubiera podido imaginar. Nosotros no atacamos a nadie, estamos aquí para colaborar y ayudar a todos los estamentos a conseguir una salud general y concreta.

Está formando en Europa y América a miles de especialistas en BNE, ¿por qué?

No existe una respuesta concreta. Nosotros enseñamos un método que puede ser útil en la forma de vivir y en conseguir un estado emocional diferente para así gestionar la vida de cada uno y tener mayor salud. No es una terapia más, ni somos alternativos a nada; estamos aquí para enseñar a gestionar nuestras emociones, para limpiar nuestros programas tóxicos, para tomar conciencia de cuál es nuestra realidad, y me parece que todo ello interesa a todo el mundo, pues cuando lo oyen por primera vez, algo les «resuena» en su interior. Esta resonancia hace que la gente quiera aprender.

¿Qué piensa del éxito y la repercusión que están teniendo sus vídeos?

Nunca me lo hubiera pensado, ni en mis sueños más calenturientos. Es así y soy el primer sorprendido. Quizás mi mensaje llegue por la sencillez, y las ganas de no querer convencer a nadie. Es un ofrecimiento para todo aquel que quiera escuchar y piense que su vida puede ser mejor, no buscando fuera, sino dentro de uno mismo. En fin, no lo sé.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Seguir llevando esta formación allí donde se demande, pero no haciendo «bolos» o mareando la perdiz, sino ir allí donde nos ofrezcan un proyecto del cual nos podamos enamorar, como ha sido últimamente en Argentina, donde varias universidades avalan y auspician nuestra formación.

Puedes encontrar vídeos y libros en:
www.bioneuroemocion.com
www.enriccorbera.com
https://www.youtube.com/watch?v=OvECXuD3IIA

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish