Entrevistas — 6 de mayo de 2007 at 08:11

Ignacio Moreno Aparicio: «El respeto sigue siendo una asignatura pendiente de nuestra convivencia»

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Entrevista a Ignacio Moreno Aparicio, presidente del Ateneo Científico, Artístico y Literario de Cádiz, con motivo del 195 aniversario de la Constitución de 1812, más conocida como «La Pepa». Ésta fue una de las primeras Constituciones del mundo tras las de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, y su importancia en la historia universal es enorme pues, a pesar de su corta duración, a partir de ella fueron calando los principios constitucionales en la América hispana.

viva_la_pep3.jpgNos remontamos 195 años, un 19 de marzo de 1812, cuando la monarquía española estaba presa de Napoleón Bonaparte y el ejército francés dominaba casi todo el territorio español, las ciudades de Cádiz y San Fernando resistían tras sus murallas y, desde el puerto de Cádiz, se mantenía abierto el contacto con las colonias de América y el mundo con la ayuda de la flota británica. En ese ambiente se gestó la Constitución de 1812, llamada cariñosamente “ La Pepa ” por ver su nacimiento el 19 de Marzo, día de san José. En su elaboración intervinieron representantes del clero y de todas las zonas de España, incluida la América española.

Hace 15 años que el Ateneo de Cádiz inició un homenaje a la Constitución de 1812 que hoy es ya un acto imprescindible cada 19 de marzo como Día de la Provincia.

Pregunta: ¿Cómo se gestó esta iniciativa?
Respuesta: La Constitución de 1812 es, para todo aquél que se sienta demócrata, ame la libertad y la historia de nuestra tierra, la piedra angular de un sistema de paz y convivencia que permita vivir en armonía a todos los ciudadanos.

Es una de las primeras Constituciones del mundo, tras la de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, y su importancia en la historia universal es enorme pues, a pesar de su corta duración, a partir de ella, los principios constitucionales fueron calando en la América Hispana , unido a un proceso de descentralización que llevó a la posterior independencia de estos países de la metrópoli, pues hasta entonces España funcionaba con el esquema del imperialismo colonialista.

Lo que rendimos aquí es un homenaje en reconocimiento a los “Padres de la Patria” que fueron capaces de unir esfuerzos en aras de un futuro mejor para “las Españas”.

viva_la_pepa2.jpg“SI HUBIÉRAMOS MANTENIDO VIVO EL IMPULSO DOCEAÑISTA, NUESTRO PAÍS NO HUBIERA VIVIDO TANTAS GUERRAS CIVILES NI GOLPES DE ESTADO”.

P: ¿Considera que la disolución de la Constitución por Fernando VII, a su regreso al poder, fue una oportunidad histórica perdida?
R: Sin duda. Hubiéramos deseado que la duración de “ La Pepa ”, que sobrevivió tres años nada más, hubiera sido mayor, pues ello hubiera representado para España un período de “madurez” y nos hubiera ahorrado gran parte de los dolores y altibajos que padecimos en los siglos XIX y XX.

A cualquier persona sensata le hubiera gustado que España hubiera vivido un período más largo de democracia y tuviéramos una mayor tradición de sensatez y convivencia, cosa que no hemos podido lograr hasta la Constitución de 1978, que recoge parte del espíritu y del consenso de la de 1812.

Si hubiéramos mantenido vivo el impulso doceañista, nuestro país no hubiera vivido tantas guerras civiles ni golpes de Estado. Oportunidades históricas como la de la Constitución de 1812, y la más reciente de 1978, no se deben perder nunca.

“HAY QUE FOMENTAR TODOS LOS VALORES QUE LLEVEN A UNA MEJOR CONVIVENCIA”

P: ¿Qué valores de la Constitución de 1812 destacaría para nuestros días?
R: Fundamentalmente el sentido cívico: que todo el mundo fuera un buen ciudadano. Y entiendo por tal la educación a los más jóvenes en el valor del respeto: que aprendan la importancia de respetar a los demás, a los compañeros, los monumentos, las plazas y lugares públicos, mantener limpias las calles y paredes, etc. Una formación cívica de respeto, donde el ejercicio de nuestros derechos y nuestra libertad incluya el respeto de los derechos y libertad del otro u otros. Esto, que parece algo muy manido, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra convivencia. Y que dicho respeto esté basado en el conocimiento de la Historia de España como legado de nuestros mayores.

Y esto no es sólo una obligación de las instituciones públicas; también las civiles, como el Ateneo, tenemos parte de esta responsabilidad pedagógica: fomentar todos los valores que lleven a una mejor convivencia para que los adultos seamos un buen ejemplo que estimule a los más jóvenes a vivir ese modelo de ciudadano responsable.

“QUEREMOS QUE CÁDIZ SEA LA CUNA DE LA CULTURA AMERICANISTA POR ANTONOMASIA”

P: En su discurso de homenaje de este año ha hablado de recuperar el contacto con Hispanoamérica…
R: El Ateneo, como entidad cultural, no dispone de medios económicos para llevar adelante proyectos de esta índole, pero considero que sí es nuestra obligación el sugerir ideas constructivas, para que las realice quien pueda, pues no es nuestra misión el tener un protagonismo en este campo.

Cádiz está necesitada de un fuerte viento de abundancia, y la sociedad civil a la que representamos está obligada moralmente a trabajar con ahínco en esa dirección, colaborando con toda la Administración para conseguir objetivos ambiciosos y positivos. Necesitamos pasar a la acción constructiva, a sumar esfuerzos y voluntades, a conseguir el mayor consenso posible entre todos.
Tanto en el Casino Gaditano como en el Ateneo hemos propuesto tener contactos comerciales con todas las embajadas hispanoamericanas para fomentar los asuntos comerciales, que es en esencia el espíritu fundacional e histórico de nuestra ciudad.
Queremos que Cádiz sea la cuna de la cultura americanista por antonomasia. Cádiz y el 2012 deben ser el auténtico referente hispano para toda Sudamérica. Cádiz ha exportado sus señas de identidad: la Constitución de 1812, su urbanismo, su carácter, sus cantos, etc. Debemos aprovechar con sinceridad esta excepcional oportunidad para que nuestra ciudad sea el aglutinador de todas las relaciones con el mundo Hispano-Americano.

Cádiz debe ser sede de la Casa de las Américas, institución que coordine y organice, de la mano del Ministerio de Asuntos Exteriores y demás organismos relacionados con este tema, todos los asuntos dedicados al comercio y a la cultura con Hispano-América, siendo el puente con toda España y la Unión Europea.

Ojalá que todos, absolutamente todos, colaboremos para hacer de nuestra bahía un área metropolitana con futuro para nosotros y para nuestros hijos.

 

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