Naturaleza — 2 de mayo de 2008 at 17:44

Agricultura urbana, un huerto a la vuelta de la esquina

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Si sabes donde hay un terreno que nadie utiliza en tu ciudad, puedes conseguir que se convierta en un huerto vecinal. Ten tus propias hortalizas en el parque de al lado o en la terraza…

POR INICIATIVA POPULAR
En varias ciudades españolas ha comenzado a darse, desde hace unos años, la proliferación de huertos urbanos. Se trata de terrenos abandonados o sin utilidad concreta, en ocasiones acumuladores de basura, que se reutilizan por iniciativa generalmente popular para ser convertidos en espacios productivos, en plena ciudad.
Unos cuantos vecinos se ponen de acuerdo, una vez autorizados por el propietario, y comienzan a plantar todo tipo de hortalizas que ellos mismos cuidan hasta su recolecta. El fruto es para todos los participantes y se degusta en una merendola común o, simplemente, se toma una coliflor cualquiera en una noche sin cena prevista. Se plantan productos durante todo el año y cualquier rato libre es bueno para bajar a echar una mano al huerto de todos. Los recursos a utilizar son sencillos de obtener e incluso intentan que el agua sea reciclada de la lluvia, dejando bidones preparados para su almacenamiento. Estos espacios son respetados por todos, en la mayoría de las ocasiones ni siquiera precisan vallas, nadie los roba ni los destruye. Cuentan con la admiración y aprecio general.

Las iniciativas han surgido tanto en Madrid, Barcelona, Santander, Albacete, Mallorca o las Islas Canarias. En algunos casos son las Administraciones públicas las que promueven este tipo de proyectos que cuentan con innumerables ventajas, desde el trabajo en equipo hasta la concienciación medioambiental. También varios centros educativos ya cuentan con su propio huerto, y en las Islas Canarias tienen la pretensión de que sea un elemento más de cada centro escolar. Y es que la capacidad pedagógica de esta idea es muy elevada. En primer lugar, los niños ya tienen claro que la verdura no sale de las bandejas del supermercado, algo no tan extraño como parece. Por otra parte, aprenden tareas propias de un entorno ajeno al que les es habitual, trabajos que sirven para conocer cómo se obtienen realmente los alimentos que nos resultan tan necesarios. Nunca está de más saber obtener aquello que nos es imprescindible. Se convierte en una situación tan cercana para los niños que hasta han apadrinado a algunas hortalizas a las que les han puesto un nombre elegido por ellos.

UN HUERTO EN LA TERRAZA
Otro sistema para tener las verduras al alcance de la mano son las estructuras que algunas marcas han lanzado para cultivar en plena vivienda. Al igual que hasta ahora hemos creado las condiciones necesarias para tener peces fuera del río, en pleno salón, también podemos conseguir nuestra propia huerta en casa.
Existen contenedores y sistemas modulares para hacer posible el cultivo en pequeños espacios. Nos ofrecen incluso sistema de riego gota a gota, sustratos e información suficiente para hacérnoslo fácil. Tipo de tierra, plantas cultivables, nutrientes, la luz o la orientación que precisan son facilitadas en páginas de internet dedicadas especialmente a este tema.
Sacamos al perro, limpiamos la mala hierba a nuestro diminuto terreno y, de vez en cuando, recolectamos fresas, calabacines o tomates en la misma terraza.

El campo invade la ciudad, para bien de todos.

Enlaces relacionados:
http://www.canalsolidario.org/web/noticias/noticia/?id_noticia=9763
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Huertos/urbanos/bolsillo/elpepuespcat/20050801elpcat_3/Tes
http://www.holistika.net/agroecologia/el_huerto_ecologico/el_huerto_ecologico.asp
http://www.totcompost.com/huertosurbanos.htm

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