«Vivimos la época de los grandes errores de la medicina«. Manuel Acharan
Alimentarse con hambre, es éste un concepto que es una paradoja para nuestra lógica, sí, suena muy raro, pero existe, y además, en ciertas condiciones, nos puede otorgar salud. Y por desgracia muchos médicos y algunos dietistas están en contra del ayuno como un remedio para recuperar la salud.
Os voy a contar una historia real y así cada uno puede decidir si puede ser bueno pasar hambre o no. Me refiero a Manuel Lezaeta Acharan (1881 – 1959 ) – médico naturista, abogado, profesor y escritor que nació en Santiago de Chile en una familia de 15 hermanos. A los 18 años ingresó en la Universidad de Chile para estudiar Medicina. Pero un día le ocurrió algo que no se esperaba. Le diagnosticaron infección sifilítica. Y por desgracia no le dieron mucho tiempo de vida. Pasaron muchos días de análisis y angustia hasta que decidió abandonar la Universidad y experimentar sobre sí mismo. Y así Acharan dejó sus estudios, sus amigos y llegó a un pueblo de Chile para disfrutar con la naturaleza, sin pensar negativamente en el futuro, y mucho menos en la amenaza que pesaba sobre su vida.
Saliendo un día del hotel tropezó con un monje. «¿Vienes a verme?» – preguntó el monje. » No, padre » – respondió el joven Manuel. «Pues anda a mi consulta, porque estas muy enfermo «. Allí empezó la gran aventura que lo convirtió en un maestro de la Medicina Natural. El monje le dio su receta, una receta que tenía solo una condición: vivir de la Naturaleza – la luz, el sol, el agua fría, la tierra, las frutas y los vegetales crudos.Lo más importante era equilibrar su temperatura corporal. Tenía que pasear desnudo por el rocío del pasto al salir el sol, frotaciones y chorros de agua fría, envolturas de todo el cuerpo, alternando con vapores, etcétera.
Pasó el tiempo y los médicos que le habían diagnosticado la enfermedad e incluso sus amigos, pensaban que ya había muerto. Dado que nunca les escribió cartas o notas explicando como se encontraba, el rumor sobre su muerte fue creciendo y todos tenían cada vez más certeza de que ya había abandonado la vida. Pero él cada día se sentía mejor, con más ganas de vivir.
Estaba esperando los síntomas de la enfermedad, pero éstos no llegaban. Manuel Acharan dudaba sobre lo que ocurría en el interior de su cuerpo, hasta que un día decidió a volver a su ciudad y hacerse de nuevo los análisis. ¡Qué sorpresa! Y no sólo para él sino también para sus colegas, incluso los que siempre habían rechazado el ayuno como una forma de curar y más aún de curar la infección sifilítica. El cuerpo no tenía ni rastro de la enfermedad. Todo funcionaba como antes. Para sorpresa de muchos médicos, en 1904 se tituló como abogado con honores y así pudo proteger los derechos del libro que escribió, «La Medicina Natural al alcance de todos», donde había revelado todos sus secretos para mantener el cuerpo sano sin medicamentos. Enseña al hombre a mantener su salud con el equilibrio de las temperaturas interna y externa de su cuerpo. Es el primer libro del mundo que propone curar las enfermedades con la temperatura del cuerpo. Algo muy difícil de comprender hoy día dado el elevado porcentaje de muerte en enfermedades como cáncer, tumores y otras infecciones. El libro no solo tenía y tiene éxito sino que también ha cambiado la vida de muchas personas que siguen agradeciéndoselo hasta hoy día.
Veremos una de las recetas que nos recomienda el gran maestro.
Cólicos
Tratamiento:
Para quitar los dolores de los cólicos, Acharan nos conseja descongestionar las entrañas, congestionando la piel. Para esto tenemos que hacer un paquete largo (tipo de cataplasma) por la mañana y seis frotaciones cada día por la tarde. Durante la noche cataplasma o fajado de barro alrededor de vientre y riñones del enfermo.
El frío también es calmante y, en este sentido el barro es lo más eficaz aplicado sobre la parte afectada, cuando se nota caliente o afiebrada. En este caso también la cuajada de leche o cataplasma de patata cruda rallada obra como antiinflamatorio. Los saquitos de hierba y miel se renovarán cada 20 minutos, para lo cual se tienen dos listos, haciendo siempre la frotación fría local y prolongando las aplicaciones hasta que desaparezca el dolor.
Régimen estricto de frutas o ensaladas crudas sin sal, es indispensable en estos casos.
«Alejado el hombre de la naturaleza progresivamente pierde su salud.»
«¡Oh Salud, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!»
«El arte de curar es cuestión de temperaturas.»
«No existe enfermo con buena digestión, ni sano con mala digestión.»
«La sabiduría se encuentra en la naturaleza, no en los laboratorios.»