El año 2009 ha sido denominado Año Internacional de la Astronomía, representado por las siglas AIA 2009, y expresado en inglés como International Year of Astronomy 2009 (IYA 2009). Se eligió como lema para representar dicho encuentro “El universo para que lo descubras”.
A todos nos ha llamado la atención el universo y lo pequeños que nos sentimos en comparación con él; además de la inquietud que produce en nosotros el pensar que estamos solos en esta inmensidad; ya Einstein decía que le resultaría sorprendente el que estuviéramos solos en el universo, aunque igualmente le sorprendería que no lo estuviéramos; sea como sea, nos encanta la idea de poder asomarnos al infinito cielo y notar ese vértigo en el estómago que nos da el espacio abierto.
Es previsible un aumento del interés en estas observaciones, por lo que vamos a ofreceros desde Esfinge cuáles son las características principales de los telescopios y como entenderlos, ya que su terminología es complicada para el que se acerca por primera vez.
Una de las primeras cosas que debemos tener presentes es que para poder observar el cielo, previamente tenemos que esforzarnos un poco en aprender algunas cosas sobre el mundo de la mecánica celeste; necesitaremos un buen manual de astronomía básica para poder iniciarnos; en caso contrario nos podemos encontrar con un telescopio entre nuestras manos sin saber a dónde apuntar; necesitamos conocer y reconocer básicamente el cielo que tenemos delante, sus planetas y constelaciones.
Es importante utilizar una herramienta que actualmente todos tenemos a mano, que son los foros de astronomía, donde podemos encontrar ayuda rápidamente.
La cantidad de modelos y marcas a la que nos enfrentamos es demasiado variada para poder elegir con facilidad para alguien que no está acostumbrado a la nomenclatura típica de estos instrumentos. Por lo que lo primero que debemos hacer es descartar algunos modelos y marcas en base a nuestras posibilidades económicas; entre las elecciones más populares tenemos telescopios desde 80€ , hasta 3.000€; aunque para los más exigentes esta cifra puede multiplicarse, con un telescopio de precio medio podemos entretenernos y disfrutar viendo el cielo durante años.
Los aumentos del telescopio deben ir a la par con las pulgadas (1 pulgada= 2,54 cm) de apertura; a mayor diámetro, mayores aumentos; en ocasiones nos encontraremos con telescopios de poco diámetro con muchos aumentos, lo cual nos va a dar como resultado una imagen borrosa y de mala calidad, lo que nos puede desanimar. Es mejor no sobrepasar 50x pulgada (por ejemplo: 4 pulgadas 200x; 10 pulgadas 500x). Por lo que lo primero a elegir es un telescopio con un diámetro de entrada (lente principal o boca del telescopio) con un buen diámetro, si queremos luego poder ampliar la imagen lo suficiente.
Las imágenes con menos luz (imágenes tenues), como nebulosas y galaxias, necesitan más apertura (diámetro) de la lente principal.
Tipos de Telescopios:
Telescopio refractor: utiliza una lente que manda directamente la luz a un ocular; es más apropiado para ver detalles de objetos cercanos, como planetas. Las mejores definiciones se consiguen con los apocromáticos (“apo”) de fluorita o ED; aunque esta característica sube mucho su precio; los más económicos son los acromáticos y proporcionan imágenes no tan perfectas pero suficientemente nítidas. Este sistema es el mismo que se utiliza para los prismáticos – binoculares y para los telescopios terrestres utilizados para digiscoping. Son de tubo cerrado y no necesitan casi mantenimiento. Son muy duraderos.
Telescopio reflector (Newtonianos): utiliza un espejo al fondo del telescopio que refleja la luz; son más apropiados para objetos tenues en cielos profundos (nebulosas, galaxias, etc.). Son telescopios que nos ofrecen una mayor apertura o diámetro en comparación con los refractores y catadióptricos con un mismo presupuesto; se aconsejan los modelos f/5 y f/8 (ver más abajo “f/radio de un telescopio”). El tubo es abierto, lo que produce que el polvo sea un problema y los golpes pueden descentrar el espejo. Necesitan más mantenimiento que los refractores.
Telescopio catadióptrico: (SCHMIDT-CASSEGRAIN). Consigue una buena longitud focal en un tubo compacto, por lo que son más manejables. Son buenos para observar toda clase de objetos celestes. La longitud focal tan alta se consigue gracias al principio de óptica, que contempla la implicación del conjunto de dos espejos o dos lentes entre sí convergentes en el foco, que es aproximadamente cuatro veces superior a la distancia inicial entre los dos espejos. Son los más caros, manejables y los preferidos para todo tipo de observaciones.
Telescopios Bobsonianos (reflector newtoniano): Son los más económicos en relación Ø – precio. Basados en la filosofía de que sean fáciles de montar a bajo costo. No pueden seguir a las estrellas automáticamente, pero sus movimientos son muy suaves, y es fácil moverlo a menudo para volver a centrar el objetivo.
El diámetro del telescopio: El factor más importante a la hora de elegir un telescopio es el diámetro del objetivo; un telescopio con un diámetro pequeño y muchos aumentos nos da como resultado una imagen borrosa sin detalle alguno. Para los usuarios principiantes, un refractor de 80 mm o un reflector de 140 mm de Ø es una buena elección.
Los telescopios más grandes en cuanto al diámetro del objetivo Ø, pueden mostrar los objetos más o menos imprecisos y resolver los detalles de forma más nítida en objetos claros.
Por ejemplo:
Un refractor de 2” (50,8mm Ø) á 4” (101,6mm Ø) mostrará fácilmente los cinturones de nubes de Júpiter,
Un reflector de 6” (152,4mm Ø) mostrará la estructura dentro de los cinturones de nubes.
La longitud focal: es la longitud de la trayectoria de luz desde la lente principal o espejo hasta el ojo.
En la mayoría de los refractores o reflectores de una cierta calidad, la longitud focal “DF” es aproximadamente la longitud del tubo.
En telescopios como los SCHMIDT-CASSEGRAIN en los que la trayectoria de luz rebota hacia atrás y hacia delante dentro del tubo varias veces, la longitud del tubo es mucho más corta que la longitud focal, lo que los hacen casi los mejores. En los telescopios tanto longitudes focales “DF”, como abertura “Ø” o espejo se miden normalmente en milímetros.
La f/radio de un telescopio: es la longitud focal “DF” dividida por la apertura “Ø”. Por ejemplo, un telescopio de 100 mm Ø de apertura con una longitud focal DF de 900 mm es un telescopio f/9. Un telescopio de 200 mm (unas 8 pulgadas) Ø con una longitud focal DF de 1.800 mm es también un f/9, y un 203 mm Ø con una distancia focal DF de 2.032 mm tiene un f/10.
Tipos de monturas:
Las monturas alt-azimutal utilizan un sistema de movilidad simple para apuntar el telescopio, de arriba abajo (altitud) y de lado a lado (azimutal). Existe una variedad llamada de Dobson o de «caja» que se ha hecho muy popular debido a su facilidad de transporte y de manejo, además de resultar muy económica.
Las mejores de estas monturas están equipadas con controles de movimiento retardado que les permiten hacer buenos ajustes para la posición del telescopio, o incluso complejos software. Las monturas alt-azimutal no pueden seguir las estrellas automáticamente, ya que están a lo largo del cielo de este a oeste. No obstante actualmente existen software de «controlador de campo», que tienden solucionar ese problema.
Este tipo de montura es muy usada por los aficionados a la «caza de cometas» y por los observadores de estrellas variables.
Una montura ecuatorial es más compleja y puede seguir a las estrellas a lo largo del cielo con una moción simple alrededor de un eje y si el telescopio está bien equipado con un motor, el telescopio seguirá automáticamente a las estrellas.
Ésta es una buena característica porque, a unos aumentos de 100X o más, el aparente movimiento del cielo causará que los objetos se desvíen fuera del campo de visión en menos de un minuto de arco (la Luna tiene ± 30 minutos).
Las monturas ecuatoriales tienen dos ejes, uno de los cuales es paralelo al eje de rotación de la Tierra, que se denomina eje horario, polar o de ascensión recta; así podemos seguir el movimiento de un astro con sólo desplazar este eje en sentido contrario al de la rotación de la Tierra pero con la misma velocidad angular. El otro eje, denominado eje de declinación, sólo se utiliza para localizar el objeto que deseemos observar o para efectuar pequeñas correcciones en su seguimiento; el resto del tiempo permanece fijo.
Los telescopios con estructura altacimutal no necesitan ningún equilibrado previo. Sin embargo, los telescopios con montura ecuatorial precisan de un equilibrado apropiado para que no aparezcan molestias en la observación. El eje polar debe colocarse en un ángulo igual a la latitud geográfica de donde estamos, (la que se puede encontrar en un buen atlas o por internet). Con el tornillo situado en un costado de la montura, tenemos que alinear la marca indicadora con su valor equivalente en la escala de latitud para conseguir la inclinación del eje polar; ajustar el contrapeso a lo largo del asta para conseguir un buen equilibrio. Ahora tenemos que bloquear el eje de ascensión recta y se desbloquea el eje de declinación; moverlo si es necesario hacia adelante o atrás de la montura, para conseguir equilibrio en esta dirección también.
Debemos orientar el telescopio de modo que el eje de ascensión recta (polar) apunte hacia el norte. La montura debe estar en una superficie plana (utilizar un nivel).
Los oculares: es posible que quiera poder cambiar el ocular de su telescopio, para poder tener potencias más altas o bajas; suelen ser un accesorio necesario si se quiere sacar más partido al telescopio. Las lentes Barlow pueden duplicar o triplicar la potencia de un ocular, también es un accesorio muy interesante.
El trípode: es una pieza fundamental para nuestra observación; si no tenemos una buena estabilidad, la menor brisa nos puede fastidiar una observación. Debemos huir de trípodes esqueléticos generalmente muy económicos, si queremos aprovechar todas las características de nuestro telescopio.
La contaminación lumínica afecta a la observación con telescopio especialmente en cielo profundo; por lo que es interesante alejarse de las zonas muy urbanizadas para poder tener un mejor cielo que observar. Otros factores que van a influir mucho en nuestra observación son la contaminación, la neblina y las turbulencias.
No podemos incrementar los aumentos a nuestro capricho, si queremos tener una buena observación; superando ciertos límites la imagen pierde luminosidad y nitidez; por lo general no debemos sobrepasar el doble del diámetro del telescopio; si, por ejemplo tenemos 90mm, el máximo aumento debe ser 180x (cuando son pulgadas, multiplicar por 60).
Para saber más:
– http://www.astrosurf.com/caceres/pages/teles.htm