Albert Kahn, banquero y filántropo francés, fue el creador de la mayor colección de fotografías en color. Su obra tenía la intención de acercar el mundo a todos los seres humanos y, con ello, evitar que el desconocimiento entre culturas provocase el odio y la destrucción de la guerra.
Nació el 3 de marzo de 1860 en Marmoutier (Francia), en el seno de una familia judía con orígenes alsacianos. Entre los años 1870 y 1871, durante la guerra franco-prusiana, estuvo exiliado en París. Allí mismo, unos años más tarde, inició su carrera como banquero. En el año 1879 empezó a trabajar como cajero en un bancode París, pero seguía estudiando por las noches para conseguir su título universitario.
Tuvo como tutor a Henri Bergson(1), escritor y filósofo, que a su vez se convirtió en uno de sus mejores amigos. Se graduó en el año 1881 y continuó frecuentando círculos intelectuales en los que conoció a los artistas Auguste Rodin(2) y a Mathurin Méheut(3). Más tarde, en el año 1892, se convirtió en el principal asociado de una de las más grandes entidades bancarias europeas de esa época, el “Goudchaux Banck”.
En pocos años, gracias a los negocios especulativos de las minas de diamantes en Sudáfrica y a los beneficios que estos le dieron, inició su propio negocio, llegando a convertirse en uno de los banqueros más adinerados de su época.
En 1895 se trasladó a Boulogne, a las afueras de París, y desde allí inició su obra, más con un carácter idealista que como un negocio productivo, pues tenía una gran influencia internacionalista y creía que “los principales líderes en el mundo de las finanzas, las ciencias y el arte tenían en sus manos la posibilidad de romper las barreras culturales del mundo”. De este modo inició su proyecto, fuera del campo de las finanzas, con la única intención de ver un mundo en paz gracias al conocimiento y respeto entre las diferentes culturas.
Los jardines de Albert Kahn
En su afán por unificar y reconciliar pueblos y personas, tuvo la visión de crear un espacio ecléctico, compuesto de diferentes secciones y estilos.
Entre 1893 y 1895, Kahn adquirió unos terrenos en Boulogne-Billancourt, donde creó un jardín, único en su género, en el que se podían ver diferentes estilos, como el inglés o el japonés. Precisamente, estos jardines fueron un lugar de encuentro de los intelectuales europeos durante muchos años, hasta que finalmente, en el año 1930, a causa del Crac del 29, Kahn entró en bancarrota y los jardines se convirtieron en un parque público.
Durante algunos años, desde que adquirió estos terrenos hasta 1910, Kahn se dedicó a construir su jardín, de aproximadamente cuatro hectáreas, en el que encontramos diferentes zonas: un pueblo japonés, que construyeron artesanos de ese país; un jardín de estilo japonés, concebido por el paisajista Fumiaki Takano; otro jardín de estilo francés, creación de Henri y Achille Duchêne, con dos invernaderos que se destruyeron en 1914; un jardín inglés; un bosque de los Vosgos en recuerdo de su infancia; un “bosque azul” con vegetación de colores gris-azulados y otras parcelas con pantanos, bosques y praderas.
La concepción de este jardín era la plasmación en un solo espacio físico de su concepción del mundo: Kahn estaba convencido de que la pluralidad de realidades no tenía que estar reñida con la unión de los pueblos, una utopía de un mundo en el que cohabitasen todos los seres humanos en armonía. El conocimiento de todas esas realidades, creía Kahn, era la vía para evitar los enfrentamientos bélicos entre países y entre las personas. Precisamente, esta era una de sus máximas; siempre fue un enamorado del mundo plural y de la paz. Kahn siempre defendió el derecho de los pueblos a tener sus propias ideas, tradiciones y cultura como identidad, y jamás entendió que esto pudiese ser motivo de odio entre los diferentes pueblos.
Los Archivos del Planeta
En 1909 tuvo que viajar a Japón por negocios y tuvo la oportunidad de hacer muchas fotografías de los paisajes y las gentes de ese país. Fue entonces cuando surgió la idea de crear una gran colección gráfica con fotografías y vídeos de todo el mundo. Para ello disponía de toda su fortuna. Contrató al geógrafo Jean Brunhes(4) para dirigir el proyecto y envió a un equipo de fotógrafos por todo el mundo. Estos hicieron las primeras fotografías en color de todos los lugares y personas del planeta. Precisamente, solo un año antes de la creación del Archivo, los hermanos Lumière habían comercializado el primer sistema “autocrhome” doméstico de fotografía en color. El proyecto empezó fotografiando y documentando Francia, justo unos días antes del inicio de la Primera Guerra Mundial.
Es admirable la labor de estos intrépidos fotógrafos, ya que en esos años no tenían los medios de transporte actuales ni de comunicación de los que disponemos hoy en día. En muchas ocasiones llegaron a países en pleno conflicto bélico, como el hundimiento de los imperios austro-húngaro y otomano, o el nacimiento de nuevos Estados en Europa y en Oriente Medio. También hay gran documentación gráfica de la Primera Guerra Mundial, con imágenes impactantes de soldados en las trincheras, preparando su comida o lavando los uniformes, o las negociaciones de paz en Versalles después de la guerra. Todos estos trabajos gráficos son testimonios únicos de acontecimientos históricos de principios del siglo XX, y también testimonios de la vida diaria del pueblo más llano.
Entre los años 1909 y 1930, su equipo de fotógrafos consiguió 72.000 fotografías a color y más de 180.000 metros de película, unas cien horas de cincuenta países, a los que se puso el nombre de “Los Archivos del Planeta”. En estas imágenes, el equipo de Kahn fotografió escenas de la vida cotidiana, ceremonias religiosas, tradiciones culturales e incluso momentos políticos de importancia internacional. Visitaron países como Vietnam, Brasil, Mongolia, Noruega o Japón.
Kahn, que era una persona idealista, creía que podía usar las nuevas técnicas fotográficas para promover la paz entre los pueblos y la comprensión entre las personas, pues si todos tenían acceso a conocer a sus hermanos y vecinos, no debería haber odios ni guerras. Y esa fue su intención al crear este gran archivo gráfico.
A pesar de ser uno de los hombres más ricos de Europa, con la caída de la bolsa de Wall Street en el año 1929, Kahn se vio en la bancarrota y el proyecto llegó a su fin en el año 1931.
El legado de Albert Kahn
Durante todos los años de la creación de sus jardines y el Archivo del Planeta, Kahn también fue un gran defensor y promotor de la educación al más alto nivel. Premió y financió a muchos jóvenes para que pudiesen estudiar, tanto en Francia como en el extranjero. Para ello creó diferentes becas estudiantiles para que estos pudiesen viajar al extranjero y especializarse en diferentes áreas.
Murió la noche del 14 de noviembre de 1940 en Boulogne-Billancourt (Francia) durante la ocupación nazi, habiendo perdido todos sus recursos económicos y toda su obra.
Tras la crisis del 29, todas sus posesiones, los jardines, las fotografías y las filmaciones, pasaron a ser propiedad de la prefectura del Seine y en el 37, los jardines se abrieron al público. A lo largo de los años, y hasta nuestros días, esas propiedades, así como las fotografías y las filmaciones, han entrado a formar parte del Estado y se gestionan desde la institución del Museo de Francia.
No podemos separar los jardines y la obra fotográfica, pues Kahn pretendía lo mismo con ambos. El legado de Albert Kahn se puede observar en el Musée Albert-Kahn(5), situado en los terrenos de los jardines que él mismo creó. Allí podemos ver una galería con exposiciones temporales con placas estereoscópicas y placas autocromas en las que se abordan temas diferentes: un país, una región, un suceso histórico… Se considera la colección más importante de las primeras fotografías en color.
Ya en la actualidad, la emisora de televisión inglesa BBC ha realizado una serie sobre este personaje titulado “The Wonderful World of Albert Kahn” (“El maravilloso mundo de Albert Kahn”), donde se muestran muchísimas de sus fotografías, sus jardines y, tal vez lo más importante, describe al hombre, su vida y sus ideas, contenidas en el “Archivo del Planeta”.
Kahn aprovechó cuanto pudo su fortuna para lo que él consideraba un sueño: pretendía que el acercamiento entre pueblos, culturas y, sobre todo, personas sirviese, ante todo, para evitar que el miedo a lo desconocido, a aquellos diferentes de nosotros, provocara desastres, guerras y odios. Por el contrario, estaba plenamente convencido de que si podemos ver y entender a nuestros vecinos y considerarlos nuestros iguales, siempre habrá armonía entre los humanos.
(Todas las fotografías están extraídas de la Web oficial de Albert Kahn)
(1) Henri Bergson (París, 18 de octubre de 1859 – Auteuil, 4 de enero de 1941, Francia).
(2) Auguste Rodin (París, 12 de noviembre de 1840 – Meudon, 17 de noviembre de 1917, Francia).
(3) Mathurin Méheut (Lambelle, 1882 – París, 1958, Francia).
(4) Jean Brunhes (1869-1932), geógrafo francés.
(5) Musée Albert-Kahn (en 14 Rue du Port, Boulogne-Billancourt, en los Hauts-de-Seine, cerca de París).
ENLACES Y BIBLIOGRAFÍA
Web oficial de Albert Kahn www.albertkahn.co.uk/
http://www.xuvn.com/vnexhibit/city%20past/old%20hanoi/ha_noi_in_the_past.htm
The official website of the BBC television series
The official website of the Albert Kahn Museum and Gardens (en francés)