A todas las mujeres. Madres, hermanas, amigas, compañeras, amantes y trabajadoras.
En más de una ocasión, todos hemos escuchado, tanto de algún hombre como de alguna mujer, la expresión que: “el mundo sería mejor si mandasen las mujeres”. Sobretodo durante el mes de marzo, en el que se celebra el Día de la Mujer Trabajadora el día 8 y alrededor del mundo se congregan miles de mujeres en manifestaciones y fiestas conmemorativas. Pero, ¿realmente sería así?, ¿son las mujeres mejores para desempeñar un alto cargo?, ¿están las mujeres más preparadas para desempeñar un puesto de mando solo por el hecho de nacer con los cromosomas XX?
Ante dudas de este tipo, lo mejor es mirar en la ventana de la historia y nunca dar nada por hecho.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tiene su origen en la muerte de 146 mujeres, trabajadoras de la empresa textil Cotton, en Nueva York, el año 1908. Ante los bajos salarios que cobraban y las infames condiciones de trabajo que sufrían, se encerraron en la fabrica en señal de protesta. Ante su negativa de abandonar su encierro, las fuerzas de orden lanzaron bombas incendiarias en el interior del edificio provocando su inmediato fallecimiento. En su honor (aunque otras versiones dicen que el incendio fue el 25 de marzo), se celebra este día como el de la Mujer Trabajadora y también se identifica el color violeta con la mujer por el color del uniforme que llevaban estas trabajadoras textiles.
Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.
(Mary Wollstonecraft)
Dando una ojeada a las mujeres que ejercieron cargos importantes de mando, tanto antiguas como recientes, encontramos que no son demasiadas, comparadas con los hombres. Pero precisamente esta singularidad les da también un protagonismo especial por la excepcionalidad que representan.
En el Antiguo Egipto, encontramos a la reina-faraón Hatshepsut, que gobernó entre el 1479 a.C. y el 1457 a.C. Pertenecía a la dinastía XVIII. Fue la mujer que más años ostentó el trono de Egipto. En ocasiones esta reina se presentaba con atributos masculinos en símbolo de poder (como una barba postiza, símbolo del poder del faraón, o vestimentas de varón) y en sus representaciones pictóricas y escultóricas se la puede ver precisamente ostentando estos atributos, pues simbolizaba el poder divino del Faraón. Ella gobernó bajo el nombre de Maatkara Hatshepsut (Maat es la diosa de la Justicia en la mitología del Antiguo Egipto). Pero el nombre por el que se la conoce hoy, Hatshepsut, era un título que tenía significado de “la primera de las nobles damas” y si le añadimos la forma completa de su nombre, Hatshepsut Jenemetamón, significa “la primera de las nobles damas, unida a Amón”. Finalmente la reina masculinizó su nombre parcial o totalmente (Hatshepsu o Hasheps). Es curiosa esta tendencia de la reina a la masculinización o la dualidad femenino-masculino, pero de este modo adoptó el cargo de Faraón en toda su extensión y fue aceptada por el pueblo como Faraón, no como reina.
En Mileto encontramos a Aspasia, que vivió entre el 470 a.C. y el 400 a.C. conocida por ser esposa de Pericles. A pesar de no ostentar ningún título de poder, fue una mujer de gran influencia en la vida cultural y política en Atenas. Fue maestra de retórica y logógrafo (así se llamaba a los historiadores y cronistas anteriores a Heródoto) y se cree que influenció en gran medida a muchos políticos, sobretodo a Pericles, en su ejercicio en la polis ateniense. Ella siempre se mantuvo en su posición de esposa, pero aun así su huella es patente en la obra de Platón, en la de Aristófanes y en otros tantos. También se le atribuyen escritos de ginecología y obstetricia en el campo de la medicina y a la vez se la podía ver en círculos literarios de la ciudad. Se dice que gozaba del favor de Afrodita y Atenea por su belleza, inteligencia y sabiduría. Estos atributos han sido de gran valía para una mujer que, no ostentando el poder directamente, fue guía e influencia de muchos políticos de Atenas.
Algo más adelante nos encontramos a Cleopatra, la última reina del Antiguo Egipto (dinastía Ptolemaica). Subió al trono en el año 51 a.C., gobernando hasta el 31 a.C. Se suicidó por la picadura de una serpiente, ante las acusaciones y el temor de ser llevada a Roma como botín de guerra tras la derrota de la batalla naval de Actium. A diferencia de Hatshepsut, Cleopatra es conocida por su romance con César y Marco Antonio, utilizando su belleza y poder de seducción para beneficio de su pueblo.
Boudica fue reina de los Icenos, una tribu de que habitaba la actual Norfolk, Inglaterra. Guerrera y caudilla de diversas tribus britanas, bretonas y trinovantes, se enfrentó a la ocupación romana entre los años 60 y 61 d.C. durante el gobierno de Nerón. Tuvo a su mando un ejército estimado entre 100.000 y 230.000 soldados. Fue miembro de la aristocracia de su pueblo y recibió una educación exquisita. Se decía que era una mujer de gran altura y belleza, con mirada feroz y pelo rojo como el fuego que hablaba con voz áspera para atemorizar a su enemigo. Sobre Boudica escribió Dión Casio: “poseía una inteligencia más grande que la que generalmente tienen las mujeres” “Siempre que hablaba, sostenía una lanza con la mano para aterrorizar a cualquiera que la contemplase”. Tuvo que enfrentarse, en una época donde los reyes guerreros eran los más duros y violentos, a un mundo hostil para las mujeres. El significado de su nombre, “Victoria”, refleja la importancia que tuvo en su tiempo.
En las culturas americanas también encontramos ejemplos de mujeres que ejercieron cargos de poder. La civilización Maya presenta dos ejemplos. Uno de los personajes más enigmáticos es la conocida como “Señora de Tikal”. Tikal era una ciudad maya de gran importancia ubicada en la actual Guatemala. Esta mujer nació en el año 504, siendo entronizada a la edad de seis años. Se sabe que no gobernó sola, sino que su reinado obedecía a una compleja maniobra dinástica. Las reinas mayas aparecían solamente en circunstancias extremas, tras la desaparición de la línea patrilineal y ante colapsos dinásticos.
El otro caso es la conocida como “la Reina Roja”, conocida por este nombre por el color de sus huesos, encontrados en los años 90 en la antigua ciudad Maya de Palenque. Se cree que pertenecen a Tzakbu Ajawm, esposa de Pakal II que gobernó entre los años 615 y 684. El papel de esta reina estaba dedicado a asegurar el linaje real y educación de nuevos reyes. Otras versiones de la identidad de esta reina podría ser Yohl Ik Na, la primera mujer que gobernó Palenque. Lo que es inevitable es que el cuerpo de la Reina Roja perteneció a alguien de alto estatus, que tuvo un papel fundamental en la vida de la realeza por el modo como fue enterrada. Por otro lado, una asesora de FBI realizó una reconstrucción facial de la calavera y se descubrió con asombro el parecido que tenía con unos frescos de Tzakbu Ajawn, encontrados en el templo de Pakal, en los que se la describe como una mujer de mucha influencia en las cuestiones políticas de Palenque, lo cual deja patente la importancia de las mujeres de la realeza en el mundo Maya.
En la china imperial, entre los años 625 y 705, vivió Wu Zetian, la única mujer china que llegó a ostentar el título de emperatriz. Pasó de ser concubina del emperador Tang Taizong a serlo de su hijo Tang Gaozong y posteriormente a emperatriz consorte de este. Cuando el emperador enfermó, empezó a usar su influencia para gobernar y a las pocas semanas de morir el emperador, pasando por encima de sus propios hijos, se erigió emperatriz, llegando a proclamar su propia dinastía, la Zhou, en el año 683. Durante su reinado inventó doce nuevos caracteres y dio al budismo un nuevo empuje entre su pueblo, medida que resultó muy popular entre sus súbditos. Basó sus fundamentos del budismo en la idea de que el Buda Maitreya era una mujer como ella y el budismo se convirtió en la religión oficial, desbancando el taoísmo. También vigorizó la economía con impuestos más bajos y dando mayor importancia a la agricultura. Eliminó el poder de la aristocracia y para acceder a puestos de funcionariado impuso exámenes para dar oportunidades a todos los ciudadanos. Por último se sabe que defendió los derechos de las mujeres chinas favoreciendo su participación en el mundo de la política.
Ser mujer en el primer mundo es difícil pero serlo en el resto del mundo es heroico.
(Ángeles Perillán)
Estas son algunas de las mujeres destacadas de la historia clásica, aunque no son las únicas. El papel de la mujer en puestos de relevancia política o de poder, nunca ha sido excesivo en esas épocas, pues en la mayoría de regímenes la forma que predominaba era la patriarcal. Pero todas las mujeres que alcanzaron estos puestos, destacaron por su manera de enfrentar un puesto tradicionalmente reservado a los hombres.
Elige una mujer de la cual puedas decir: Yo hubiera podido buscarla más bella pero no mejor.
(Pitágoras )
Si avanzamos unos siglos, ya en los tiempos más cercanos, nos encontramos con una tendencia a la igualdad de géneros por imperativo legal: muchos gobiernos actuales han optado por poner a mujeres en puestos de mando por decreto, buscando que la proporción entre hombres y mujeres sea más igualitaria.
En los últimos 50 años encontramos ejemplos de mujeres que han dirigido un país como Sirimavo Bandaranaike, perteneciente al Partido de la Libertad de Sri Lanka que alcanzó el puesto de presidenta en el año 1960 por una mayoría de votos, siendo la primera mujer de la edad moderna en alcanzar un puesto similar. Tenemos también a Indira Gandhi, la primera ministra de la India del 66 al 77 y del 80 al 84, año en el que fue asesinada. Entre otras maniobras, luchó contra los movimientos nacionalistas de los Sij, lo cual llevó a Indira a organizar una respuesta militar contra ellos que dejó cientos de muertos. Sus propios paisanos la consideran, eso si, una política de carácter progresista en el seno del gobierno de su momento.
Golda Meir fue primera ministra de Israel a principios de los años 70. Durante su gobierno tuvo que enfrentarse a la Guerra del Yom Kippur contra sus vecinos árabes, además del secuestro de atletas israelíes durante las Olimpíadas de Munich. Tan admirada como denostada, fue una líder carismática y singular.
Otras mujeres de la actualidad que desempeñaron cargos de presidencia o similares son Lidia Gueiler en Bolivia (1979) la única mujer hasta el momento, Ertha Pascal Trouillot en Haití, Violeta Barrios de Chamorro en Nicaragua (1990) elegida democráticamente, Janet Jagan en Guyana (1997), Rosalía Arteaga en Ecuador que gobernó solamente seis días, Mireya Moscoso en Panamá (1999) o Michelle Bachelet en Chile (1996).
Las últimas mujeres de esta lista son, seguramente, las que protasgonizan los medios de comunicación en los últimos tiempos. Son las actuales representantes femeninas del poder de algunos países que desempeñan un papel importante en el actual mapa político a nivel mundial y representan el poder desde una posición de modernidad y de fuerza. En Alemania, desde el 2005 la canciller del país es Angela Merkel, autodefinida como cristiana y de centro es en la actualidad una mujer dura y con voz en toda Europa. Su planteamiento frente a la crisis económica que se vive a nivel mundial y la posición de poder de Alemania en la actualidad, ponen a Merkel en una situación privilegiada dentro de las políticas de recuperación económica. Muchos países de la UE han acatado propuestas y sugerencias de Merkel en esta materia puesto que Alemania se ha recuperado en gran medida de la crisis a diferencia de algunos vecinos. Tenemos también a Laura Chinchilla, la primera mujer electa de Costa Rica que ha obtenido una gran mayoría de votos en las últimas elecciones del país y ha basado su campaña en temas tan importantes como el empleo, la educación o la defensa de los más desfavorecidos. Otra dama poderosa es Cristina Fernández de Kirchner, segunda mujer presidenta de Argentina y sucesora en el cargo de su marido Néstor Kirchner fallecido en octubre del 2010. Fernández de Kirchner ha emprendido un proyecto de política social, energética y económica en todo el país desde el primer momento que obtuvo el poder. En Brasil ha sido elegida en las últimas elecciones Dilma Rousseff, sucesora de Lula da Silva y primera mujer presidenta de la nación. Ha recogido el testigo de su sucesor y pretende seguir con la política social y económica de Lula, lo cual de cara al resto del mundo, da la impresión de ser la puerta a la transformación del país, que en realidad está subiendo puestos en el ranking económico mundial.
La actuación de la mujer no implica una participación en el poder masculino, sino cuestionar el concepto de poder.
(Carla Lonzi)
Mirando la lista de mujeres poderosas podemos observar, sin miedo a equivocarnos, que las mujeres han tenido que luchar mucho para alcanzar puestos que aún hoy en día se reservan a los hombres. Este hecho se debe a la tendencia a creer que el poder está históricamente destinado al hombre. Muchas han tenido un gran impacto, para bien o para mal, en su tiempo. Pero desgraciadamente no todas las damas han tenido la oportunidad de dejar su huella en la historia.
¿Acaso lo han hecho o lo hacen mejor que los hombres? La respuesta no es fácil. No depende del hecho de ser mujer u hombre sino de la preparación, educación y voluntad de mejorar. Así pues la carrera entre hombres y mujeres parece estar empatada. El mérito femenino está a menudo en el hecho de llegar a un puesto para el que tradicionalmente no la han creído capaz. Pero una vez allí, si no hay una base sólida, de poco sirve tener poder.
Más que preguntar si ¿sería mejor el mundo si gobernasen las mujeres?, deberíamos cuestionarnos si hay igualdad de oportunidades para ambos sexos. Y aún más importante es saber si los gobernantes, hombres o mujeres, están preparados para tan importante responsabilidad.
Para saber más:
Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945 (KRK-Ediciones, Oviedo, 1999)
Las egipcias. Jacq, Christian. Barcelona: Editorial Planeta, 2000.
http://www.imperioromano.com/190/boudica.html
http://www.mesoweb.com/es/gobernantes/tikal/Senora_de_Tikal.html
http://sobrehistoria.com/wu-zetian-la-mujer-que-dirigio-un-imperio-ii/