Convencidos de que la renovación es una exigencia de la vida, los que integramos el equipo de Esfinge nos hemos dedicado en los últimos meses a reordenar los espacios virtuales de nuestra revista, asignándoles nuevas funciones, planteando nuevas propuestas bajo la forma de secciones y colaboradores, que se incorporan para sumar esfuerzos a la tarea. Son espacios destinados a alimentar nuestros afanes de búsqueda, acompañados de la necesaria información y reflexión. Queremos aportar contenidos de calidad sobre los más diversos campos, presentados de manera accesible y compatible con nuestro modo de vida, tan apresurado, que a veces olvidamos lo importante y nos dedicamos a lo urgente.
Como a ti, lector, lectora, nos interesa todo aquello que pueda iluminar una marcha consciente y libre por la vida, todo aquello que nos proporcione argumentos para soñar con un mundo mejor. Como tú, lector, lectora, sabemos que no cabe la improvisación y que la ignorancia es muy peligrosa, más aún en estos tiempos complejos y convulsos. Por eso, renovamos nuestro empeño en rebuscar entre los más interesantes hallazgos de la inteligencia que, lamentablemente, con demasiada frecuencia se quedan fuera de los focos de la atención mediática, olvidados. Nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, queremos rescatarlos y hacernos eco de todo aquello que está contribuyendo a que la esperanza no se pierda, en medio de la confusión y el miedo que nos rodean. Para ello no dudamos en desafiar a los abundantes enigmas, haciendo las preguntas adecuadas, tal como nos señala la Esfinge de Tebas, desafiando a nuestro anhelo de comprender.
Como decía el pensador romano Terencio, “nada humano nos es ajeno” y nos damos cuenta de la amplitud que abarca todo aquello que puede interesarnos y aportarnos elementos útiles. En esta tarea no estamos solos, pues contamos con todos los que se han ido sumando a lo largo de estos años de presencia en la red y nos han ido aportando sus sugerencias, sus críticas y sus hallazgos. Todos hemos ido conformando una “comunidad”, al estilo de Internet y nos alegra que nos vayamos reconociendo como vinculados a parecidas inquietudes y aficiones, convocados por este espacio de libertad de pensamiento y de expresión.
El Equipo de Esfinge