Saludos olímpicos a todos. Comenzamos esta sección con la sana intención de aportar un poco de salud, usando una herramienta magnífica como es el deporte. En esta sección, el equipo de monitores de la Escuela del Deporte con Corazón vamos a aportar nuestro humilde granito de arena para ayudar a mejorar vuestra salud.
En una breve y muy acertada declaración, el Dr. K. H. Cooper define el ejercicio físico como «el método para poner más años en su vida y más vida en sus años». La mayoría de las personas pueden beneficiarse de realizar actividad física de forma regular. Muchos piensan que son demasiado viejos para empezar, otros que su forma física ya es demasiado mala para intentar recuperarla. Obesidad, diabetes o alguna discapacidad física pueden ser las razones que desanimen al sujeto para comenzar a realizar actividad física. Pero en muchas ocasiones son simplemente la pereza o las expectativas de fatiga y dolor las que impiden que ni siquiera llegue a intentarse.
Aquellos que llevan una vida físicamente activa, pueden obtener una larga lista de beneficios para su salud:
• Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en general y en especial de mortalidad por cardiopatía isquémica, en grado similar al de otros factores de riesgo como el tabaquismo.
• Previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos.
• Mejora la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes no insulino-dependiente. Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.
• Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, uno de los más frecuentes y sobre el que al parecer existe mayor evidencia.
• Incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control del peso.
• Ayuda a mantener y mejorar la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria.
• Ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones, a conciliar y mejorar la calidad del sueño, y a liberar tensiones y mejorar el manejo del estrés.
• Ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la ansiedad y la depresión, y aumenta el entusiasmo y el optimismo.
• Por último, en adultos de edad avanzada, disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar o prevenir las enfermedades crónicas y aquellas asociadas con el envejecimiento. De esta forma mejora su calidad de vida y su capacidad para vivir de forma independiente.
Para aquellos que tengan intención de empezar un programa de actividad física intensa y tengan algún tipo de enfermedad crónica o mayor riesgo de padecerla, y para las mujeres de más de cincuenta años y varones de más de cuarenta, es aconsejable pasar un examen médico previo.
Saludos olímpicos.
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