El único requisito absoluto para la vida es una fuente de energía. Hoy por hoy la habitabilidad planetaria es, en gran parte, una extrapolación de las condiciones de la Tierra y las características del sistema solar, que parecen favorables para el florecimiento de la vida.
Algunos argumentan que la evolución de la vida compleja requiere un número excesivamente grande de perfectas condiciones y casualidades. Además de que el mundo debe encontrarse en la zona habitable de su sol, la estrella tiene que estar lo suficientemente lejos del centro galáctico para evitar que la intensa radiación destruya cualquier forma de vida. Asimismo, el sistema tiene que tener grandes masivos mundos gaseosos que actúen como escudos, evitando que el planeta sufra un bombardeo continuo de asteroides.
Cuando inicialmente se propuso la posibilidad de habitabilidad de otros lugares del universo, se pensaba que los planetas ya eran raros de por sí. Sin embargo, desde entonces el hombre ha descubierto nuevos mundos, y los avances tecnológicos parecen indicar que tan solo se está viendo la punta del iceberg.
En 2007 se anunció que el planeta Gliese 581c era potencialmente habitable, pero posteriormente se supo que su órbita está demasiado cerca de la estrella, por lo que el planeta es demasiado caluroso para acoger seres vivos. Pertenece al sistema solar de la estrella Gliese 581, es una enana roja situada a 20,5años luz del planeta Tierra, en la constelación de Libra. Es una de las 100 estrellas más cercanas al sistema solar. En comparación con la masa del Sol, es un tercio más pequeña, lo que hace que sea menos luminosa y más fría. Gliese 581 tiene a su alrededor 6 planetas. Se cree que otro planeta, Gliese 581d, orbita en el extremo frío de la zona habitable. Aunque Gliese 581d podría albergar vida, el planeta necesitaría una atmósfera gruesa con un fuerte efecto invernadero para calentarse hasta alcanzar niveles de habitabilidad.
En 2014 unos astrónomos que están estudiando una estrella cercana afirman haber encontrado, ahora sí definitivamente, el primer planeta potencialmente habitable. Este hallazgo, publicado en la revista Science, lo han logrado con el telescopio Kepler de la NASA.
Lo han llamado Kepler-186f, está a una distancia que hace que su clima sea ni muy caliente ni muy frío, óptimo para albergar vida habitable (es la distancia conocida como Ricitos de oro). Se encuentra a unos 500 años luz de la Tierra y los científicos dicen que es un 10% más grande que la Tierra. La principal investigadora indica que considera al planeta una especie de «primo de la Tierra», gira en torno a una estrella más pequeña y menos brillante que nuestro Sol. Se trata, probablemente, de un lugar rocoso con atmósfera, regiones templadas y, lo más importante, agua líquida, la cual se considera imprescindible para la vida.
Pero, como siempre hay muchas visiones de la realidad, algunos opinan que lo imprescindible para la vida es la amistad, el amor, la justicia, unos ojos brillantes, o un color verde…
Se puede vivir en nidos,
como las aves querrían.
Se puede vivir en pechos
como quieren
acabar las violetas
y los amores impares.
Se puede vivir en llamas,
cuando se quema un papel
y ya no quedan palabras
sino luz resplandeciente.
Se puede vivir, también,
a veces viven las vidas,
bajo los techos, en casas,
o en veletas, como el aire.
Pero nosotros vivimos
un día dicha sin nidos,
sin techos y sin veletas.
Viviéndola
en un color verde, en un
color verde sobre ruedas.
(Pedro Salinas)