La estrella HD 44179 está rodeada de una extraordinaria estructura conocida antiguamente como el Rectángulo Rojo. El Rectángulo Rojo se encuentra a unos 2300 años luz de distancia en la constelación del Unicornio.
El Rectángulo Rojo es un ejemplo inusual de lo que se conoce como una nebulosa protoplanetaria. Son estrellas viejas en camino de convertirse en nebulosas planetarias. Una vez que la expulsión de masa se ha completado, permanece una estrella enana blanca muy caliente, y su radiación ultravioleta hace que el gas circundante brille.
Pero esta nueva imagen del Hubble, sorprendentemente detallada, revela cómo, cuando se ve desde el espacio, la nebulosa, en lugar de ser solo rectangular, tiene la forma de una X con estructuras complejas adicionales formadas por líneas espaciadas de gas brillante, un poco como los peldaños de una escalera.
La estrella del centro, que puede ser un sistema binario, es similar a nuestro Sol, pero ya al final de su vida útil, que está expulsando gas y otros materiales para crear una nebulosa. Es todavía un misterio cómo el motor central de este objeto notable y singular ha construido una telaraña rectangular en X como nebulosidad.
Se conocen alrededor de 3000 nebulosas planetarias en nuestra galaxia. Se trata de un número pequeño si se lo compara con el número total de estrellas; existe aproximadamente una nebulosa planetaria por cada 60 millones de ellas. Esto puede ser debido a su corto tiempo de vida en comparación con las estrellas.
Las nebulosas planetarias son objetos de gran importancia en astronomía, debido a que desempeñan un papel crucial en la evolución química de las galaxias, devolviendo al medio interestelar metales pesados y otros productos de la nucleosíntesis de las estrellas (como carbono, nitrógeno, oxígeno y calcio). En galaxias lejanas, las nebulosas planetarias son los únicos objetos de los que se puede obtener información útil acerca de su composición química.
El universo está siempre dispuesto a ofrecernos nuevos enigmas para fomentar la evolución de nuestra inteligencia. Sus enigmas siempre tienen una belleza que ofrecer y una armonía para nuestro deleite. No hay estructura geométrica que no utilice la materia para atrapar nuestra atención por los modelos numéricos: espirales para la vida en las galaxias, los caracoles, el crecimiento de las hojas, el ADN…, esferas y esferoides en estrellas, planetas, piedras humildes de río…, triángulos y conos en montañas, remolinos, husos magnéticos… y rectángulos con escaleras laterales para una estrella en camino de convertirse en una nebulosa planetaria.
Fuente: Space telescope