¡Mantente erguido, aspirante!
Debes ser como una roca
en el centro del tumulto.
Vituperios o alabanzas,
amenazas y rasguños
son –no más– dificultades
inherentes al camino.
Pues entonces, si lo sabes,
¿vas por miedo a retirarte
cuando habías decidido
batallar contigo mismo?
Solo entonces tu victoria
te devolverá la Fuerza,
la amplitud de la conciencia
y el atisbo de poder.
Si hasta ahora has resistido…
¡Vamos, venga! ¡Ponte en pie!
Que los hados hoy te prueban
porque empieza a amanecer.