Cuando empieza un nuevo año, aprovechamos el momento para hacernos nuevas propuestas, y siempre viene bien saber qué actividades son más propicias para conseguir el éxito, en qué aspectos de nuestra salud tenemos que poner más atención y qué deberíamos hacer para mejorar nuestra situación personal, familiar o laboral. Aunque el año en Occidente empieza el 1 de enero, millones de personas en el mundo celebran el nuevo año según el calendario chino. 2016 es el Año del Mono.
El Mono es el primer animal que llega en el ciclo del Metal. El año del Mono empezó el 8 de febrero de 2016 para terminar el 27 de enero de 2017 y dejar paso al signo del Gallo. El Mono está asociado con el Metal, pero este año está bajo el signo del Fuego, que se convierte entonces en un elemento dominante. 2016 será el año del Mono de Fuego, asociado con el color rojo, que contiene Metal, Agua y un poco de Tierra. El más fuerte de los elementos es el Metal, pero el Agua estará presente.
Símbolo, valores y carácter
El mono es uno de los animales más ágiles, que representa la energía yang y el Fuego. Este Fuego simboliza calor, alegría, felicidad y optimismo. Curioso por naturaleza, el mono se interesa por todo, personifica la irreprimible curiosidad y la energía creadora. Es un animal juguetón, joven por naturaleza. Este es a la vez un signo de divertimento y de versatilidad. El mono es inteligente, activo, desenvuelto e inventivo. Sabe resolver los problemas y trabajar con el grupo, pero salvaguardando su independencia.
Lleno de fuerza y de determinación, el Mono de Fuego es excelente no solo para fijarse metas sino para realizarlas. Está dotado de habilidad para encontrar soluciones no convencionales para los problemas persistentes. Se atreve a ser diferente; esto puede llevarlo al éxito.
Representa la mente sin trabas, liberada de inhibiciones y culpabilidades. Se descarga del peso de la susceptibilidad. El Mono no duda en probar sus teorías, en experimentar y en pensar lo impensable: todo es posible. Aunque el Mono sea impaciente y tenga una mente dispersa, siempre tiene ideas ingeniosas en reserva.
Cada animal tiene su sombra, y la tendencia a solucionar los problemas puede llevar al Mono a convertirse en un táctico astuto y un oportunista poco digno de confianza. Su lado joven esconde un aspecto de adolescente poco escrupuloso, y la independencia puede tornarse infidelidad.
El Mono es un buscador que siempre intenta ir más allá de lo posible. Es fantasioso, apasionado y aventurero, pero con moderación. Es, ante todo, mental; solo después busca sensaciones.
En la tradición oriental, el Mono es un experimentador, unido con el impulso creador universal, en movimiento constante, yendo hacia adelante. Juzga el procedimiento más importante que el resultado. El Mono sugiere que el valor más importante adquirido durante una acción es la experiencia, lo que le permitirá avanzar.
El elemento Fuego, dinámico, será dominante en 2016. Mientras que el Agua es maleable y cambiante y se adapta a las circunstancias actuando metódicamente, el Fuego es impulsivo y frenético, no cree en un plan B, sino más bien en un golpe único en el que invierte toda su potencia. Esta dinámica del Fuego puede ser percibida como una sinusoide, es decir, con períodos de actividad intensa alternados con períodos de descanso absoluto. Cada impulso de actividad, sea física, emocional o mental, es seguido de un período en el que el Fuego acumula sus fuerzas.
El tiempo en el que el Fuego descansa no es un período de estancamiento. Al contrario, es el silencio interior el que permite organizar el pensamiento, analizar el pasado y prever el futuro. El elemento Fuego nos enseña la adaptabilidad, es la cúspide de la flexibilidad humana y un equilibrio prudente entre acción y reflexión. La figura del Mono de Fuego es la base de la percepción objetiva. Es la inteligencia la que es determinada por el sentimiento, al mismo tiempo que la mente controla las emociones.
Juntos, el elemento Fuego y la figura del Mono sugieren una etapa intermedia, ambigua e incoherente para la mayoría.
Lo principal es que el Mono no se reconoce en la pasividad. Según él, el descanso y la relajación solo se imponen cuando son necesarios.
El Mono choca con el Tigre. Los animales que están en armonía con el Mono son el Dragón y la Rata.
Los nativos del Mono son de temperamento entusiasta, muy móvil en el plano mental. Encontramos muchos jefes de empresa y personalidades tan variadas como Leonardo da Vinci, Juan Pablo II, Charles Dickens, Salvador Allende o Gustav Mahler.
Relaciones internacionales
El año del Mono en 2016 es simbolizado por dos elementos: el Fuego Yang sentado sobre el Metal. Según el ciclo de los nacimientos y destrucciones que gobiernan las relaciones entre los elementos, el Fuego conquista el Metal y entonces tienen relaciones conflictivas. El Fuego Yang simboliza particularmente una energía espontánea pronta a estallar. Podríamos esperar entonces conflictos internacionales.
El calendario chino se repite cada 60 años; ya hemos experimentado el año del Mono de Fuego en 1956 y en 1896. 1956 vio el inicio de la crisis del canal de Suez, que condujo a Gran Bretaña, Israel y Francia a intervenir en Egipto. También hubo disturbios en oposición a la URSS en Hungría y en Polonia, dos países violentamente reprimidos por las fuerzas soviéticas. En Hong Kong, hubo disturbios nacionalistas. Fue un año de conflictos y de guerras.
Sin embargo, parece que tales conflictos pueden no ser tan violentos porque el Fuego Yang sentado encima del Mono es también el símbolo del Sol Poniente; el Metal del Mono representa el Oeste. Así, el Fuego Yang será relativamente suave. Asimismo, la influencia del Fuego Yang engendra impulsividad, pero también honestidad y apertura del corazón. Siendo el Sol, trae optimismo y calor. Los conflictos serían entonces más fácilmente resueltos, con compromisos y concesiones. Con tal tipo de Fuego Yang, podemos esperar que 2016 sea relativamente menos violento que 2014 y 2015, en los que la Madera Yang representaba un árbol empeñado en elevarse y negándose a doblarse.
Puede que conozcamos movimientos políticos de importancia, una aceleración general del comercio y unas comunicaciones cada vez más rápidas. Muchos de nosotros podríamos optar por un modo de vida más flexible, a fin de relativizar las preocupaciones e ir hacia adelante con una sonrisa.
Sin embargo, la combinación del Fuego con el signo del Mono tendría que tener consecuencias más pronunciadas hacia los gobiernos conservadores. El Mono tiende a derribar los viejos convencionalismos que ya no funcionan.
El Mono es un elemento Metal fuerte. Además del Metal Yang, se esconden el Agua Yang y la Tierra Yang. El Metal Yang es un elemento destructivo, representado por la espada, y el Agua Yang es un océano potente con energía agresiva. El Metal, asociado con el otoño, se vincula igualmente con el Viento, lo que implica que la naturaleza de los acontecimientos estaría sometida a cambios rápidos. Eso podría indicar conflictos en relación con los mares y, por ejemplo, no sería sorprendente que las tensiones de los territorios del sur del mar de China tomen amplitud.
Las influencias sobre el año
Con el año del Mono, que sucede al año de la Cabra, pasaremos de un año yin a un año yang, más bien tónico, activo, positivo, orientado hacia la vida social y el mundo exterior, más dinámico que 2015. El año del Mono de Fuego va a revolver, sacudir y mover. Será un año lleno de acontecimientos inesperados. El ambiente irá hacia el optimismo, a tomar riesgos y a relajarse tanto en la vida profesional como personal.
Habrá que esperar de todo y no dejarse desconcertar por un clima general más bien anárquico. La confusión reinará en todos los ámbitos, trastornando el orden establecido. 2016 no es apropiado para los convencionalismos y las costumbres.
Ha llegado el tiempo de dar nacimiento a proyectos y actuar con más flexibilidad. 2016 nos va a empujar a colaborar más y a dar preferencia a la vida mental, sin soltar por ello nuestro mundo emocional. La capacidad de inventar de lo mental será el principal motor en el plano colectivo. Es el año del intercambio, propicio para desarrollar nuevos vínculos entre los seres. Los influjos del Mono vivifican los proyectos y ayudan a encontrar soluciones de orden práctico.
Este año será favorable a los proyectos innovadores y progresistas. 2016 favorecerá a los investigadores, científicos, aventureros y a cualquiera que rechace la pasividad y tienda a explorar lo que nos rodea.
El elemento Agua, siempre en movimiento, hará aún más activo al Mono. 2016 será un año con un ritmo muy rápido. Hay que esperar cambios en todos los aspectos de la vida y es fundamental ser capaz de responder. Todo podrá pasar y es, pues, inútil planificar demasiado.
La influencia del Mono pone todo en movimiento. Las cosas se harán esencialmente gracias a los esfuerzos individuales. Los movimientos de masas, tales como las agitaciones políticas o las revoluciones no marcarán puntos este año.
El año del Mono está hecho para asumir riesgos y mostrarse rebelde. Ha llegado el tiempo de nuevos comportamientos, del valor, de la acción, del trastorno del orden. Los que aguanten frente a esta energía vivificante, que muestren resistencia y paciencia saldrán indemnes. Los que no puedan gestionar la tensión se quedarán atrapados. La gente activa tendrá oportunidades. Es un periodo ideal para mostrarse inventivos y no empeñarse en mirar hacia atrás.
La clave del éxito este año es la educación, en lo que respecta a la vida y no solo a la profesión o al estatus social. El Mono facilita la comunicación y es portador de una energía espiritual. El año será favorable para reflexionar y reorganizar nuestro modo de vida.
Influencias sobre la economía
En general, el Fuego es alegría, el Agua es miedo, la Tierra es meditación, el Metal es tristeza y la Madera es cólera. Así, un año de Fuego genera a menudo el optimismo y estimula el mercado de intercambios, como en 2006 y 2007. Pero en 2008 el Agua llegó de manera evidente y la gente empezó a tener miedo de la recesión. El tsunami financiero se produjo en el otoño de 2008 y llevó a algunos años de inestabilidad en la economía mundial. Los años que siguieron carecían del elemento Fuego, y la inestabilidad prevaleció hasta 2013, con el año de la Serpiente de Fuego. Aunque quede un fondo de inseguridad, el Fuego Yang de 2016 sigue siendo positivo para la economía. Esta energía positiva continuará hasta mediados de 2017.
Los elementos Fuego y Metal de 2016 deberían traer la prosperidad a las industrias del Fuego y del Agua, porque el Fuego conquista el Metal. Así, el Metal es símbolo de dinero para la industria del Fuego, que comprende la energía, el ocio y el mercado de intercambios. La segunda mejor industria sería el Agua, porque el Agua conquista el Fuego; incluye los transportes, la comunicación y el transporte marítimo. La industria de la Tierra es igualmente positiva porque la Tierra produce el Metal, sería entonces un año activo para la construcción, la alta tecnología, las minas… La peor industria se vincularía con el Metal, es decir, los bancos, la ingeniería, la informática, etc. El año del Mono trae muchos competidores a escena. La industria de la Madera, como el textil, el papel, el medio ambiente… es activa porque la Madera produce el Fuego, pero el dinero de la industria de la Madera está ausente por falta de Tierra.
Resumiendo, podemos esperar un crecimiento económico global. Aunque siga habiendo falta de armonía en las relaciones internacionales, la gente estará optimista, abierta de mente, confiando en aportar soluciones a los acontecimientos financieros.
Influencias en el cuerpo humano
En medicina china, el elemento Fuego se asocia con el corazón y la circulación sanguínea, así como con los hombros y el intestino delgado. El Metal en el cuerpo humano está en relación con la respiración, los pulmones y la piel. El Mono crea la «penalidad del Fuego» cuando se encuentra con el Tigre o la Serpiente. En el cuerpo humano, la penalidad del Fuego causa inflamaciones, problemas de corazón y de tensión. Como este año es el del Fuego que quema el Metal, hay que desconfiar de las inflamaciones intestinales y de los problemas de órganos respiratorios. El estrés debe ser quemado por el ejercicio físico. El deporte y una buena dieta serán importantes.