Sociedad — 31 de agosto de 2016 at 18:37

Titiribici

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Si hablamos de viajar, a cada uno se nos viene a la mente una imagen de ese lugar especial en el que estuvimos o nos gustaría estar. Creo que para Pablo Olías elegir una «foto» en concreto sería una tarea harto difícil. Este arquitecto sevillano, dejando atrás trabajo, amigos y familia, decidió emprender un singular viaje recorriendo Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay. Más de dos años en bicicleta arrastrando un carro lleno de ilusión y alegría para distribuir entre pequeños y mayores de muchas zonas remotas. Y es que en su carrito-escenario transportaba una gran sorpresa… ¡marionetas!

Stavizky, vieja gloria del piano que perdió su cordura hace tiempo, Pegolete, el joven malabarista interesado solo en jugar, Numa, el travieso duende cuya flauta mágica puede encantar a todo el que lo escuche y Mojama Gandi, frustrado faquir. Estos personajes forman la familia de «Titiribici». Con ella ha recorrido veinte mil kilómetros realizando espectáculos gratuitos para miles de personas a las que ha hecho reír y soñar durante unos hermosos instantes.

GQHEB Titiribici 5Los paisajes y la Naturaleza en su estado más puro y salvaje lo cautivaron, pero más aún las gentes con las que compartió camino, le brindaron hospitalidad, amistad, generosidad… y, sobre todo, esos niños cuyas caras de perplejidad, asombro o felicidad jamás olvidará.

Sus viajes en bici por Asia o Europa lo prepararon para su aventura, y el recorrer Suiza con su familia de madera para recaudar fondos para su proyecto en Sudamérica fue una grata experiencia. Pero nada que ver con esta última. Como él mismo recuerda en su web: «No importan los kilómetros que hacemos, lo verdaderamente importante es qué hacemos con los kilómetros».

 

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