¿Comprobaste que la barca,
cuando sueltas las amarras,
sale flotando sin más?
Hay una fuerza en el mar
que al instante se doblega
a la conciencia despierta
que se resuelve a avanzar.
Pues que eres capitán
de tu nave y tu destino,
ya conoces el camino
para poder regresar
a la tierra de tus lares.
¿Cuánto vale? ¡Una fortuna!
¡Disponer en la sentina
cartas de navegación!
¿Quién te las dio, marinero?
Alguien muy cerca del Sol…
Fabulosos