Entrevistamos a Manuel Almendro, doctor en Psicología y psicólogo clínico, pionero de la psicología transpersonal en Europa y España. Es profesor y conferenciante, y ha publicado Psicología y psicoterapia transpersonal , Chamanismo, La consciencia transpersonal, Qué es la curación y Psicología del caos, entre otros. Dirige el centro Oxigeme sobre psicología de la consciencia, donde integra su experiencia clínica con modelos científicos, sabiduría oriental y tradiciones americanas.
¿Quién es Manuel Almendro?
Digamos que soy el que estoy, comprometido con ser un obrero más de este universo, con encontrar el sentido al sufrimiento con el que mi profesión de clínico me pone de bruces cada vez que se me acerca una persona a recibir tratamiento, incluidos los psicólogos y médicos que acuden a formarse en Oxigeme, que es la escuela que he creado para tal fin y que lleva ya treinta y ocho años de andadura.
¿Qué le llevó a estudiar y difundir lo transpersonal?
Fue cuando aún cursaba mis estudios de Psicología en la Universidad de Barcelona; escuché noticias sobre los movimientos californianos y me encontré con el zen. Investigué sobre la consciencia y el sentido de la vida. Fue un despertar fulminante y supuso encontrar la vía que sigo hasta hoy. Me produjo una apertura a la fiesta de la vida, a saber, que los obstáculos son oportunidades y que los síntomas, en mente y cuerpo, son propuestas para entrar en la curación como un acceso a la consciencia. Entendí que la psicología no tenía que ser enfermista , sino más bien un tratamiento-acogida con base en la esperanza. Este era el mensaje de lo transpersonal por entonces. Otro hallazgo primordial fueron los indígenas mazatecos de México y de la Amazonia.
¿En qué situación está hoy esta disciplina de la psicología?
Al principio, mi trabajo consistió en explicar qué era la psicología transpersonal; después me metí en el callejón de explicar lo que no era, cuando aparecieron las modas new age esotérico-mágicas.
Los aciertos se dieron en un principio; los pioneros como Anthony J. Sutich y Juan Rof Carballo desmantelan la ideología de que el ser humano, la sociedad y la vida se reducen a una máquina programable. El racionalismo resultante establece que la vida es solo materia autómata lineal marcada por la causa y su efecto. Esto es cierto en un determinado nivel de realidad. La complejidad de los sistemas vivos implica una materia inteligente: son los nuevos paradigmas científicos. La psicología transpersonal propone que la nueva psicología, sin desperdiciar el pasado, ha de evolucionar hacia una síntesis capaz de maridar sabiduría intemporal y ciencia moderna. Oriente y Occidente se dan la mano, y lo espiritual y la consciencia regresan a la vida: se trata de trascender el ego.
El presente y futuro de la psicología transpersonal presenta una situación complicada porque hay bastante confusión.
¿Qué prevé para la psicología transpersonal en España y en el mundo?
En España hay gente intentando impulsarla con conferencias y congresos. Pero en Alemania el colegio de psicólogos ha prohibido usar el término. Realicé una encuesta sobre la situación de la psicología transpersonal en los cinco continentes y estamos preparando un libro entre Douglas MacDonald, de la Universidad de Detroit, y yo mismo sobre ello.
¿A qué se refiere usted con «caos» y cuál es su utilidad?
Caos es la forma en que la Naturaleza despliega su poder evolutivo. En las publicaciones, teoría y práctica, que desarrollamos en el proceso Oxigeme, entender el desorden, el caos, de forma positiva, ha abierto el camino en nuestra forma de hacer psicología y psicoterapia. El sufrimiento, vivido de forma natural, sin apegos enfermistas , es la clave del proceso evolutivo. Desdramatizamos la «patología» convirtiendo el obstáculo en palanca. Trabajamos con procedimientos a partir de la disolución y la resolución de la memoria, la herida familiar y genealógica, que no desparece por conocer solo los espacios geográficos de los antepasados. La «buena ciencia», desarrollada entre otros por Ilia Prigogine y Francisco Varela, marcan un camino clave. Creo que las teorías del caos son un puente para investigar en la consciencia.
¿Qué importancia tiene el mirarse uno hacia adentro y qué hacer con lo contradictorio que uno percibe dentro de sí?
Estamos en un momento de vértigo en que mirar para sí es de vital importancia para seguir «vivos». Hoy vemos cómo las explosiones emocionales programadas en deportes, política o consumismo, campan a sus anchas. La mirada interna ofrece la oportunidad de la «Gran Pregunta» que penetra en el «Gran Silencio»; y que, si se mantiene, va desgranando respuestas fundamentales. Por ello entendemos la curación no solo como transformación, sino como acceso al autoconocimiento que se retroalimenta con el conocimiento colectivo, y a abrir la compuerta que la sabiduría intemporal nos ofrece. La meditación- mindfulness y la vibración inducida, entre otras tecnologías, ayudan a abrir estos espacios.
¿Cómo relaciona filosofía, psicoterapia y espiritualidad?
La «buena filosofía» puede abrir puertas hacia el mundo interior. Hay filósofos que ofrecen una vía de revisión filosófica de la propia existencia. Hay también revisiones muy interesantes a niveles sociales como la realizada por los situacionistas y la aguda crítica a la sociedad de espectáculos . La curación social forma parte de la clave y merece que nos detengamos un momento. El verdadero cambio se fragua primero en lo personal y, desde aquí, en lo colectivo; es decir, forjar el ser social desde abajo. Pero si se trata de explosiones emocionales (sobre todo si son programadas por el poder de los medios) en los que la razón no existe, ¿quién controla mi mente?, sobre todo cuando las identificaciones colectivas someten la independencia personal.
Me llama la atención cómo se fomenta el odio en las sociedades y cómo la inconsciencia se apodera de las masas. Da la impresión de que estamos en épocas prebélicas, e incluso en una guerra silenciosa. El odio, y la violencia que genera, nos inunda en la acción-reacción.
En Oxigeme, la psicoterapia aborda la unidad y la totalidad del ser humano y el grupo humano. Cuerpo-mente-sentimiento y consciencia-energía constituyen una unidad. Para que la consciencia se haga evidente, se ha de hacer un trabajo purgativo duro pero eficiente. Trabajamos con fractales, rutas disipativas, corazas y con el cuerpo. El caos es decisivo para acceder a un nuevo orden, que implica que la persona se disponga a encontrar su lugar en este mundo. Es entonces cuando la espiritualidad aparece por sí sola y, en línea con el zen y las medicinas indígenas, se da una correlación entre cuerpo-consciencia-cosmos.
El peligro de que lo económico prime sobre la salud, la ciencia y el conocimiento, en general es una amenaza.
La psicología implica una práctica y es un error importante que se le llame psicología transpersonal a producciones que son pura filosofía.
¿Cree posible un cambio de conciencia, hacia una región conciencial más pacífica, integrada o elevada, para la Humanidad?
Sí, pero después del caos. Creo que vamos hacia la raza de la consciencia, que nada tiene que ver con razas físicas, pero sospecho que vienen tiempos de destrucción. ¿Por qué? Porque hemos fabricado una vida basada en los instintos de poder, éxito, dinero y consumo de sexo.
Después de superar este reto tendremos la posibilidad del cambio hacia otro nivel de consciencia, que ha de ser primero individual, para retroalimentarse con lo colectivo. En la humanidad planetaria está la clave.
¿Qué propiciaría ese cambio de conciencia a mejor?
El proceso curativo de la rabia, la venganza y el odio, a niveles personales primero y progresivamente a niveles de grupo, es piedra angular para un cambio real, interno y profundo. El viejo mundo se desplomará con sus intereses. Se ha de comprender que la historia de la humanidad es la historia del ser humano como unidad. Ningún pueblo se escapa de la animadversión, aunque no todos los pueblos han contraído la misma responsabilidad. No nos olvidemos de los animales y plantas que masacramos a diario y de los excesos de la cultura industrial.
Hay esperanzas; cada día hay más personas interesadas en la vida natural, ecológica, yogas, meditación, replanteamiento de la vida colectiva y social, retiro del mundo consumista, etc.
¿A qué se refiere en sus libros con «crisis emergente»?
Comprende y trata el sufrimiento y sus síntomas como una oportunidad. Representa un cambio inesperado, que produce una ruptura límite con la manera en que la persona está viviendo su vida hasta ese momento. Esta ruptura afecta a su situación emocional, mental, familiar, social. El individuo puede sentirse sumido en una gran confusión. Lo ideal es un tratamiento que no yugule esa experiencia para que ese «caos» pueda resolverse en «curación» a partir de una reorganización de la vida personal. Cada vez más, son crisis con relación al sinsentido de la vida para muchas personas, y no ha de ser contemplado como un hecho patológico sino evolutivo.
¿Cómo podemos integrar las sabidurías antiguas con la mentalidad actual sin caer en estados primitivos?
Tras décadas investigando y practicando, creo que hay que prepararse como lo hacen los indígenas cuando respetan su propia tradición.
La globalización ha hecho posible el acceso a tradiciones milenarias, y a veces no se hace con el debido respeto. Nuestro mundo occidental va con demasiadas prisas, competitividad y oportunismos. Primero ha de haber honestidad.
La respuesta es ofrecer un método práctico válido, que genere transformación efectiva.
Trabajamos con un primer ciclo en el que se resuelve y disuelve la sombra de la herencia, basada en fractales (patrones complejos de formas de vida) y traumas. A medida que se va resolviendo, un segundo ciclo aparece, en el que la vivencia de la consciencia va apareciendo por sí sola. Es imposible resumir aquí un proceso en el cual integramos la psicología occidental, el zen y las medicinas tradicionales indígenas.
¿Cuál es la utilidad de la meditación?
La meditación, como la oración, es en sí un ejercicio de detención del pensamiento. La meditación aquieta, calma la respiración y la hace profunda; y, poco a poco, el pensamiento incesante, las emociones que explotan, van disminuyendo, hasta que aparece el silencio y la naturaleza auténtica emerge. Puede emerger la paz, pero también el inconsciente abrupto.
La utilidad de la meditación es incalculable y a través del mindfulness vemos el impacto creciente en nuestras sociedades. Forma parte del proceso Oxigeme, desarrollando variantes que permiten a la persona ir accediendo a decisivos grados de profundización, trabajando al mismo tiempo las emergencias que puedan derivarse de esta práctica.
Por ello es de agradecer el esfuerzo de las escuelas, tibetanas en general, entre otras muchas, que están introduciendo este saber milenario. En todo el mundo vemos personas que ofrecen su tiempo para que estas escuelas progresen infundiendo consciencia, a fin de que se vaya disolviendo el odio y que la angustia existencial de fin de civilización vaya encontrando en la meditación personal y colectiva una vía para amainar el sufrimiento existencial de nuestro tiempo.
¿Qué es lo mejor y lo peor de sus años como terapeuta?
Lo mejor, ver año tras año, el abrazo sincero, profundo, de los pacientes cuando acaban cruzando el desierto, y a partir de ahí saber cómo cruzarlo.
Lo peor, el fracaso, el no saber a tiempo que uno no ha de estar en medio de trifulcas de escuelas.
¿Cuáles son sus próximos libros y proyectos?
El gran proyecto es disponer de espacios y terapeutas formados para tratar a personas que pasan por un bache en su vida y disponer del tiempo que necesiten para su curación. Hacer terapia a cualquier hora y en cualquier día hasta resolver los problemas de una forma no represiva, sino de transformación y consciencia, de las llamadas crisis espirituales, crisis existenciales, choques vitales, rupturas sentimentales; en fin, crisis emergentes. Necesitaremos de ayuda y generosas ofertas para alcanzar este reto.
Saldrá un libro sobre chamanismo, en castellano e inglés. Los procesos de formación para profesionales de la salud seguirán aproximadamente en febrero 2018. El proceso Oxigeme sigue viento en popa. Gracias por darnos a conocer.
Más información: www.oxigeme.com