Sin lugar a dudas, Roger Waters es uno de los grandes genios del rock. En 2018 actuará en España con la gira Us and Them, en la que interpreta los grandes clásicos de Pink Floyd.
Time es una canción perteneciente al grandioso álbum The Dark Side of the Moon, publicado en 1973. El tema es famoso por su estruendosa introducción, en la que se escuchan las alarmas de muchos relojes después del final frenético de la anterior canción, On the run.
La letra es una reflexión de Roger Waters sobre el tiempo, que nos recuerda mucho a las concepciones filosóficas del gran estoico Séneca. Él comenta que a los veintiocho años se dio cuenta de que hasta ese momento estaba esperando que su vida comenzara, y que fue entonces cuando comenzó a tomar el control de su destino.
Decía Séneca que todos los hombres se quejan de los pocos años que viven, y de que la muerte les sorprende generalmente cuando se preparaban para vivir. Pero no es tanto lo breve de la vida, sino el mucho tiempo que desperdiciamos sin realizar nada bueno.
En ocasiones, nos dejamos llevar por cosas que no tienen demasiado valor, que no nos aportan nada positivo, y van pasando los años y nos damos cuenta de que no hemos sido capaces de llevar a cabo nuestros sueños de juventud. Tampoco debemos esperar que alguien nos solucione los problemas; somos nosotros los que debemos coger las riendas de nuestro propio destino.
Si recurrimos a la sabiduría popular, que no por popular deja de ser profunda, «no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy». La vida nos va dejando oportunidades, «dejar pasar el tiempo» es una manera de perder oportunidades.
Haciendo tic tac con los momentos que componen un día monótono
desperdicias y consumes las horas de un modo desconsiderado
dando vueltas en un pedazo de tierra en tu ciudad
esperando por alguien o algo que te muestre el camino.
Sigue diciendo Séneca: «Si uno supiera cuántos años le quedan de vida, seguramente los aprovecharía de otra manera. De nada vale, en este caso, la prudencia que acumula cosas para vivir mejor. Pensando en el futuro en el que podremos hacer lo que queramos –futuro que tal vez no llegue–, desperdiciamos el presente».
Y volviendo a escuchar esta obra maestra de Pink Floyd, parece que Séneca nos vuelve a recordar: «No dejes morir tus sueños, aprovecha el instante».
Brutal buen post