El Museo de Almería acogió el pasado día 23 noviembre la inauguración del proyecto «Filosofía en la calle», en el que hubo una conferencia, representaciones escénicas y exposiciones de fotografía y escultura.
El pasado 23 de noviembre se impartió una conferencia del proyecto «Filosofía en la calle» en el Museo Provincial de Almería. Ese mismo día se inauguraron las exposiciones permanentes de fotografía y escultura, que junto con una actuación y un vídeo, formaban parte del mismo proyecto. Se trataba del tercer ciclo de esta actividad, que desde hace años se ha venido produciendo en lugares de Almería como la extinta librería Sintagma y el IES Fuente Nueva. En esta ocasión, se ha dado una diversificación del diseño original enlazándolo con otras disciplinas artísticas. Antonio Guerrero, creador y coordinador de este proyecto, ha incluido a personas como Francisco Escudero en la representación, Rubén García, comisariando la exposición fotográfica en la que intervinieron fotógrafos de toda España, Manolo Fernández Castilla, en la exposición de escultura, y a los ponentes Cayetano Aranda, Francisco J. Carbonell, Irene Gálvez y Jorge Cordi. Además, el acto contó con la presencia del delegado de Cultura Alfredo Valdivia.
Como arranque de la conferencia, el artista Francisco Escudero ofreció un espectáculo titulado Palabras al viento . Iniciada la conferencia, el tema de fondo, en palabras de Guerrero, consistió en abordar la problemática de la vigencia de la filosofía actual, desde el punto de vista de su salud. En términos generales, el proyecto denunciaba que si el objetivo de esta disciplina era crear personas con pensamiento autónomo y con la capacidad de emanciparse de su entorno, los resultados mostraban que no era así. La filosofía tenía, por tanto, una enfermedad. En sí misma esta idea acarreaba la crítica al sistema educativo, donde estaba insertada la filosofía. El proyecto también traía la crítica a la crisis de identidad de los filósofos españoles. Finalmente, la idea de enfermedad de la filosofía actual también conducía a la crítica del bloqueo conceptual. En términos generales, la posmodernidad había parido productos repetitivos que versionaban la modernidad sin aportar luz al conocimiento. Además existían otras críticas implícitas en el proyecto: en la segunda mitad del siglo XX se dieron ideologías que absorbieron las ideas de la filosofía y la dejaron vacía. También se dio otro proceso: la mercantilización de la cultura convertida en un producto de consumo.
A continuación, Cayetano Aranda habló de la necesidad de defender lo público en detrimento de lo privado, y con eso se refirió a la plaza pública. También aludió a la irresponsabilidad de la clase política respecto a ese ágora y a cómo en la antigua Grecia la relación entre el político y el ciudadano era más directa y responsable. Irene Gálvez efectuó una reflexión sobre el feminismo en la que surgió la figura de Carmen de Burgos. La filosofía servía, según dijo, para comprender las contradicciones y salvarnos de la caverna del patriarcado. Francisco G. Carbonell aludió a la crítica a la filosofía academicista y a la importante desvirtuación del lenguaje. Por otro lado, declaró que la filosofía servía para desenmascarar el poder y el lenguaje capitalista como fundamento del mundo. Finalmente Jorge Cordi, retomando la idea base, se refirió a la idea de dispositivo de este proyecto. A continuación habló de la diferencia entre sujeto y subjetividad y reflexionó sobre el goce autista de la cultura neoliberalista.
Finalizada la conferencia el público asistente, que fue bastante amplio y estaba compuesto por personas de diferentes lugares de la geografía nacional, acompañó a los participantes del proyecto a la segunda planta del museo, donde la directora de dicha institución, María Isabel Pérez, y el delegado de cultura, Alfredo Valdivia, dijeron unas palabras e inauguraron las exposiciones de fotografía y escultura, comisariadas por Rubén García y Manolo Fernández Castilla respectivamente. En la exposición fotográfica también estuvo, como participante, Antonio J. García (Ché).
De este evento salieron iniciativas para su continuación en la Universidad de Murcia, donde ya se estaban realizando las gestiones, y en el Ayuntamiento de Huercal-Overa. Según Antonio Guerrero, allí se ampliarán el número de disciplinas.El objetivo del proyecto multidisciplinar «Filosofía en la calle», en palabras de su fundador, Antonio Guerrero, es deconstruir la filosofía academicista, anquilosada y sin interés por lo que sucede más allá del aula, y crear un nuevo vínculo de la filosofía con la realidad de la calle, de la vida social, para salvar así el desbloqueo del pensamiento posmoderno repetitivo y para generar librepensadores en nuestra sociedad de masas. Es un movimiento humanista que trata de reconstruir al ser humano y de darle las herramientas necesarias para que se emancipe del consumismo y del gregarismo. El proyecto está establecido en ciclos. En esta ocasión, en el Museo Provincial de Almería, se ha celebrado el tercer ciclo, que trata de conducir la filosofía desde el nivel de la argumentación de la conferencia al mundo del arte, representado en un espectáculo, una exposición de fotos y una de escultura. El proyecto buscará nuevos territorios, en nuevas ediciones, a través de talleres y de acciones sociales en la vía pública para así recuperar su lugar natural, el ágora, la plaza pública, etc. También está prevista una edición próxima en la Universidad de Murcia a la que se incorporarán nuevas acciones y disciplinas.
El método del proyecto es la «filosofía práctica intervencionista». Por su nomenclatura tiene distintos significados. En primer lugar, el carácter práctico de la filosofía: ante el divorcio entre el academicismo y la realidad social, la filosofía práctica afirma su carácter práctico como única para luchar contra el bloqueo (patología) de la filosofía y su mercantilización dentro de la cultura de masas. Esto es una filosofía que enfatiza las relaciones entre pensamiento y acción humana, es decir, que lleva las ideas a la realidad mediante acciones concretas. Para ello estudia y analiza el entorno para describir unos objetivos y fines, fundamentados. Las relaciones del nuevo nexo entre filosofía y realidad se aproximan más a la política, la ética y la estética. Es importante decir que esta no es en absoluto la filosofía práctica de la consultoría filosófica de los 80 (asesoría complementaria de la psicoterapia), pues no es individualizada sino colectivista; y no aspira a tejer cursos ambiguos de formación sobre el autoconocimiento. Todo lo contrario, pretende transformar la sociedad desde el juicio ético y la acción en la vía pública. Tampoco guarda relación ninguna con la filosofía instrumental, tan extendida hoy en el marco de la empresa y el coach . En sí, la filosofía práctica de este proyecto aspira a deconstruir la misma filosofía práctica, tan empobrecida desde hace algunas décadas por la tergiversación, para así reconstruirla. Por otro lado, se trata de una filosofía práctica intervencionista: esto es así ya que este proyecto aspira a la regulación social como una apropiación de la realidad para mejorarla desde los criterios impuestos por la ciudadanía. Con esto decimos que existe la tendencia a inmiscuirse en los problemas de la sociedad y al mismo tiempo a participar en ellos. Con la filosofía práctica intervencionista el proyecto Filosofía en la Calle pretende llevar la filosofía a la ciudadanía y convertirla en una herramienta necesaria para el empoderamiento de las personas, a través del aprendizaje del pensamiento autónomo y crítico.
https://filosofialacalle.wixsite.com/fcalle/blog/
https://lamiradazurda.blogspot.com.es/
http://antonioguerreroruiz.blogspot.com.es/