¿Imaginas a un artista
al que entregaran un tronco,
tal como fuera talado?
¿Es sensato que dijera:
«Dejemos a la madera
que se muestre en su rudeza»?
¿Dónde, entonces, quedaría
la expresión de la Belleza
de que, sin duda, es capaz?
La tendencia,
al inicio natural,
necesita de una mano
con sencilla inteligencia
que reconduzca la esencia
hacia destinos más altos.
[El diamante es un carbón
tras haber sido tallado
con amor y con paciencia].
Si no quieres a tus pies
un auténtico desastre,
no le des a tus impulsos
el gobierno de tu nave.
Reconstruye tu carácter
de manera positiva,
y al final ¡verás la Vida!
en aquello que sembraste.