Todo hecho artístico necesita de nuestra inspiración, y para llegar a él no tenemos simplemente que esperar a que aparezca; es necesario dar algunos pasos para forzar a las musas. La recreación de un mundo interior es fundamental y, para ello, hay que crear la atmósfera necesaria, diferente para cada persona. La correcta meditación, la música adecuada, lecturas apropiadas, una dosis de soledad, la naturaleza y un largo etcétera nos pueden dar pistas de por dónde buscar.
También es importante conocer la técnica que podemos utilizar. En el caso de las obras de teatro, está muy estudiado el proceso a seguir para plasmar un hecho artístico lo mejor posible y cuáles son las actitudes que debemos evitar.
Cada ensayo tiene un objetivo diferente, si bien –como todo el mundo sabe– el repetir es fundamental; no se repite buscando siempre lo mismo, por lo que hay que seguir una secuencia de ensayos que van logrando la plasmación y facilitan la inspiración de todos.
Un director de escena debe conseguir sacar lo mejor de los actores y, para ello, tiene que conocer sus cualidades y tener una profunda psicología, ya que no se puede tratar a todos de igual manera; hay actores que necesitan presión para sacar lo mejor de sí y otros que se bloquean ante la misma situación.
Lo primero que nos debemos plantear es a qué público nos vamos a dirigir, ya que ello condiciona la elección de la obra; una vez tenemos elegida la obra, tenemos que decidir qué estilo teatral vamos a utilizar (previamente, debemos haber estudiado cuáles son y sus características principales; no es lo mismo una obra cómica que un astracán, aunque para el neófito puede parecer lo mismo).
En la elección de la obra, si no vamos a trabajar con profesionales, hay que decidir dónde podemos hacer un casting y elegir los actores adecuados; debemos tener en cuenta qué posibilidades y fisionomía tiene nuestro elenco.
Como vemos, solo antes de comenzar, tenemos que calcular muchas cosas para conseguir un hecho artístico.
No hay que hacer «teatro familiar», hace falta (como en toda actividad) profesionalizarse para dar una calidad aceptable.
Como no hay espacio para desarrollar el tema en un artículo, trataré de apuntar algunas de las cosas más importantes de los pasos básicos a seguir:
1. Elección del texto con sus condicionantes.
2. Lectura concreta y contemporánea del texto.
– Posible intervención del texto. Hay que saber si nuestro público va a entender lo que le presentamos. Si hay, por ejemplo, elementos de la mitología griega, no todo el mundo va a saber interpretarlos. Todo espectador convierte en contemporáneo lo que ve, al observarlo desde sus referentes culturales y de intereses. Debemos intervenirlo para resolver los puntos que no se entiendan bien.
3. La elección estética y estilística. Hay que decidir si queremos que sea una creación naturalista, impresionista, psicológico-realista, etc.
4. La elección del espacio escenográfico.
5. La concepción del reparto.
6. Ensayos.
La puntualidad y asistencia a los ensayos es muy importante; despertar el deseo de crear es difícil, pero matarlo es muy fácil. Una obra teatral es un proyecto conjunto de actores, utileros y director; la falta de algún elemento hace imposible el poder avanzar correctamente, por lo que la primera tarea de un director, si es necesario, es concienciar y alentar a los componentes de la obra a ser puntuales y constantes; es preferible prescindir de los dudosos.
Un ensayo es una fase de búsqueda y de fijación de los elementos válidos. Requiere una gran concentración, tanto en el trabajo realizado en casa como en el ensayo. No se puede tener una actitud durante le ensayo que no sea de trabajo serio, que es imprescindible para avanzar.
Aprenderse bien el papel . Si no se tiene seguridad de lo que se va a decir, se nota. Hay que estudiar detenidamente el texto informador (título, acotaciones, lista de personajes, observaciones, descripciones de decorados, acotaciones insertas [por ejemplo: si nos dicen «siéntate», tiene que haber una silla], etc., pues todas ellas dan riqueza al texto informado [el texto pronunciado]).
Utilizar todos nuestros instrumentos : mirada, cara, inflexiones del tono, ritmo y volumen de la voz, posturas del cuerpo, espalda, cuello, brazos, manos, dedos y piernas, porte (desgarbado, amaneramiento), etc.
Línea continua : si dos actores quieren mantener la atención del público, no deben romper la comunicación (visual, afectiva, lógica, de acción) entre ellos, ni consigo mismos. La vivencia interior es más importante para transmitir que todas las técnicas de actuación.
Comunicación no verbal . Se manifiestan cosas al público sin darnos cuenta; todo gesto o movimiento tiene que estar justificado, no nos podemos rascar si no es lo que queremos transmitir.
Ensayos cognitivos , que consisten en practicar situaciones inesperadas y que nos podamos responder a «¿qué pasaría si…?».
Etapas
1. Trabajo de mesa. Empezar con varias lecturas sentados (previamente, se les habrá entregado el papel para que se lo lean), donde el director va explicando cómo son los personajes y en qué forma hay que interpretarlos, practicando la vocalización. Se documenta a los actores sobre la obra y cada escena (a un director le cuesta dos años prepararse Hamlet, pero en tres o cuatro días lo transmite a los actores).
Mientras tanto, se van preparando los demás departamentos: muebles, utillería, escenarios, etc.
Una vez comprobado que todo el mundo se sabe el papel de memoria (se deben facilitar entre quince y veinte días para aprenderlo), podemos pasar a la siguiente fase. Los ensayos no deben durar más de seis horas.
Pasar texto con juegos (movimientos que no corresponden al texto, por ejemplo, lanzarse un pelota entre los actores), para comprobar que el texto esta «integrado».
2. Puesta en pie. Se empieza a diseñar el movimiento de los actores; se está aprendiendo cómo moverse en escena; improvisaciones y pruebas nacidas de los actores, se está haciendo crecer al personaje.
Empezamos a representar actos en vez de escenas. El actor aprende el texto con el movimiento; si se cambia el movimiento, el actor puede olvidar el texto. Se tiene el libreto a mano para tomar notas. Una puesta en escena es como una orquesta: cada uno sabe su partitura y, luego, se armoniza.
El actor no tiene que estar pendiente de acordarse de la siguiente réplica, tiene que estar en lo que vive el personaje, y esto lo da la repetición.
Cada vez que se incorpora algo nuevo, la calidad del trabajo de los actores baja (el vestuario condiciona nuestros movimientos, un foco que da en la cara del actor molesta, etc.), por lo que el ensayo sirve para recuperar el nivel conseguido.
3. Ensayo de texto y movimientos. Buscamos el lograr limpiar los movimientos, tienen que ser claros y concisos, la duda debe desaparecer.
4. Ensayos técnicos. Aparecen luces, decorados y montaje musical poco a poco, tomando tiempos de todo. El sonido, por ejemplo, va a marcar pautas de emoción y tiempos.
5. Ensayo de acoplamiento y coordinación del conjunto.
6. Ensayo de texto y movimientos, con decorados, luces, montaje musical, maquillaje y vestuario.Buscamos que los actores sean creíbles, tienen que convencer y crear una ilusión de realidad de lo que ocurre.
7. Ensayos generales.
En la penúltima semana hay que incorporar todos los elementos que queden, y en la última semana (seis ensayos), no puede faltar nada y no se debe variar nada a ser posible. Sin embargo, en la penúltima semana el actor está en su máxima creatividad, por lo que tenemos que estar abiertos a hacer cambios (a ser posible, no en los pases continuos).
De las seis horas de ensayo, las dos últimas horas en los últimos días tienen que ser pases continuos. El actor necesita 15 pases continuos sin interrupción para asentar su creatividad. El director, en este periodo, no debe interrumpir si no pasa nada catastrófico; aunque no fijemos nada, aunque esté bien, pues podemos perder algo mejor.
Tabla de pases continuos (PC) y ensayos generales (EG).
LUNES | MARTES | MIÉRCOLES | JUEVES | VIERNES | SÁBADO | DOMINGO |
1 PC | 2 PC | 3 PC | ||||
descanso | 4 PC | 5 PC | 6 PC | 7 y 8 PC | 9 y 10 PC | 11 y 12 PC |
descanso | 13 EG | 14 EG | 15 Preestreno | ESTRENO |
Para una producción profesional, los ensayos deben durar entre 40 y 60 días en total (de cuatro a seis horas por ensayo, seis días a la semana). Si se hacen muchos ensayos, se puede crear un código de «secta», un «teatro de investigación profunda» que entienden cuatro y no llega a nadie. Al preestreno se puede invitar a amigos y familiares, ya que su presencia condiciona también la representación, si bien en caso de mucha necesidad el director puede parar la obra.
El saludo es la última imagen que se lleva el público, por lo que hay que ensayarlo también. En el saludo hay que respetar el orden; el actor principal no puede ir al principio, y el último en salir saca al director. En el estreno se debe hacer un reconocimiento a todo el mundo (mesa de control y técnicos).
Es mejor que la gente se vaya con ganas de aplaudir, por lo que el saludo debe hacerse rápido.