Dicen que soy héroe, yo, débil, tímido, casi insignificante; si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes.
La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan por cambios trascendentales.
Lo mismo que un árbol tiene una sola raíz y múltiples ramas y hojas, también hay una sola religión verdadera y perfecta, pero diversificada en numerosas ramas, por intervención de los hombres.
El conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que las separan.
El débil no puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes.
La victoria lograda por violencia es equivalente a una derrota, porque es momentánea.
Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?
Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien, este solo es temporal; el mal que causa es permanente.