Nasrudín en China
El mulá Nasrudín fue a China, donde reunió a un grupo de discípulos a los que preparó para alcanzar la iluminación. Pero, tan pronto como lo consiguieron, los discípulos dejaron de asistir a sus clases.
*No es muy loable para un guía espiritual el que sus discípulos se sienten perennemente a sus pies.
Ninguna oreja, ningún crimen
Un día, el juez pidió a Nasrudín que le ayudara a resolver un problema legal.
—¿Cómo me sugerirías que castigue a un difamador?
—Córtales las orejas a todos los que escuchan sus mentiras —replicó el mulá.
San Nasrudín
Nasrudín entró precipitadamente en el salón del trono y se arrojó a los pies del rey.
—¡Majestad, Alá ha hecho de mí un santo y me ha dicho que ocupe mi lugar en la corte!
—¿Estás loco?
—Debo estarlo. ¿Cómo, si no, habría aceptado ser un santo en tu corte?