Una almeja estaba abriendo su concha para calentarse al sol cuando una becada le dio un picotazo.
La almeja atrapó con rapidez el pico del pájaro y lo retuvo con fuerza.
—Si no llueve hoy o mañana —dijo la becada—, habrá aquí una almeja muerta.
—Si no puedes darte el lujo de desprenderte hoy o mañana —dijo también la almeja—, habrá aquí una becada muerta.
Como ninguna cedió, un pescador que por allí pasaba atrapó a las dos.
Anécdotas de los Reinos Combatientes (China)