Arte — 1 de diciembre de 2021 at 00:00

Mundo virtual (Desakato)

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Mundo virtual (Desakato)

El 4 de octubre de 2021 WhatsApp, Facebook e Instagram dejaron de estar operativos durante unas horas. Las pérdidas de la empresa de Mark Zuckerberg fueron millonarias a raíz de esa «caída global». Aunque lamento cualquier desgracia que acontece a un ser humano, no creo que tarde en recuperarse de esa pequeña debacle. Más bien me preocupan ciertas reacciones, desde el punto de vista sociológico de los usuarios afectados.

Es evidente, desde hace algunos años, que las redes sociales se han convertido en la principal forma de comunicación de la mayor parte de la humanidad. Algunos terapeutas han comprobado que no poder acceder temporalmente a estas plataformas causó un gran impacto psicológico en la población de todas las edades.

Personalmente, me enteré de la noticia como casi todo el mundo cuando, al intentar enviar un WhatsApp, me salió el famoso reloj indicándome que el mensaje no había podido ser enviado. Después de comprobar que no era solo cosa de mi móvil, sino que le pasaba a la mayoría de usuarios, ¿qué es lo que hice? Muy sencillo: hacer una llamada telefónica a la persona con la que quería comunicarme. Casi instantáneamente me surgió la idea de aprovechar este suceso para uno de mis artículos de Filo-rock.

Como ya tengo algunas canas y mi dependencia de las redes sociales no es muy intensa, le pregunté a alguien más joven que yo qué tipo de reacción habían tenido tanto ella como sus amistades al no poder acceder a ese tipo de redes. La respuesta me dejó asombrado: «No lo sé, no pude comunicarme con ellos». Yo reaccioné usando el teléfono como método de comunicación a distancia. Ellos, me comentaba mi amiga, se descargaron otra aplicación de mensajería.

Desakato es una banda asturiana de punk-rock no demasiado conocida fuera de sus círculos, pero idolatrada por sus seguidores. Destacan por su fuerza, melodía y buenas letras. Sus directos son pura potencia y energía. A aquellos que queráis conocerlos con más profundidad os recomiendo el documental Pacto de sangre: https://www.youtube.com/watch?v=BCqRi0Bf2UE

En 2010 publicaron el álbum Miseria, sangre y plomo, y uno de sus temas, Mundo virtual, describe a la perfección los peligros de la excesiva dependencia de esos «otros mundos». Os la dejo casi íntegra, pues creo que no tiene desperdicio y nos puede servir para reflexionar.

Has hecho un muro blindado a tu alrededor

donde nada importa.

¿Qué hay detrás del cristal de tu realidad?:

ficticias y absurdas historias.

Has cerrado la puerta para evitar

sentir el miedo.

Refugiado en el mundo virtual,

de espaldas al paso del tiempo.

En una tablilla babilónica referente al mito de Gilgamesh se dice que los hombres anteriores al diluvio se vieron sorprendidos por una «rebelión de los artefactos», cuando los objetos domésticos se rebelaron contra los humanos. Parece ser que estos objetos cobraron vida y se volvieron contra los humanos

En las ruinas de Chan-Chan, capital del Imperio chimú, puede observarse un friso donde aparecen objetos hechos por el hombre con brazos y piernas, danzando y escapando de sus lugares naturales.

No voy a hablar sobre la posibilidad de que los objetos de uso cotidiano puedan adquirir una especie de carga vital en contacto con los seres humanos. Sí que creo que es evidente que el uso exagerado de elementos tecnológicos puede acarrear una cierta dependencia psicológica. Es como si estos objetos se rebelasen y dominasen al ser humano.

Todos estamos acostumbrados a encontrar en nuestras calles a personas que caminan y solo ven el móvil que tiene delante de sus ojos, a muchos jóvenes y no tan jóvenes que en lugar de conversar entre ellos están absortos en su «mágica» pantalla.

Y esto no es un ataque a la tecnología; creo que es un gran avance que puede ayudar al ser humano para alcanzar grandes logros en todos los campos. Pero, como dice Desakato:

No, ¡no!, no puedes ignorar

las carencias de tu mundo irreal.

Te sigues perdiendo

desde tu oscura habitación

intensos momentos.

En su disco Teoría del fuego, Desakato habla de la caída de la actual civilización, de una humanidad que se dirige al precipicio del fracaso. El futuro no parece muy favorable, más bien al contrario. En la portada del disco se ve a un astronauta que vuelve a la Tierra después de miles de años y se encuentra un planeta destruido.

Pero no todo está perdido, todavía podemos poner remedio:

La vida te enseña

a levantarte y caminar

si vuelves a caer una vez más.

Llegó la hora de ver más allá de ti,

desconectar tu misterio,

de dar la cara y sentir que estás vivo aún,

desintegrando el silencio.

Si somos capaces de dejar por unos instantes ese mundo virtual que en ocasiones se rebela y nos domina, podremos darnos cuenta las maravillas que encierra la naturaleza en todos sus aspectos. Podremos lograr que las relaciones con otros seres humanos lleguen a ser más intensas. Si logramos desconectar por un instante, conseguiremos «derribar el muro».

Para poder controlar esta dependencia de lo virtual hay que hacer uso de la voluntad, recuperar una forma de vida más sana, acorde a las leyes de la naturaleza, volverse más fraternales, sin racismos ni intolerancias.

El conocimiento y dominio de uno mismo, una vez más, es la gran solución.

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