«Haciendo canciones yo he podido explicarme, comunicarme con los demás, he podido desarrollar un oficio, que me ha permitido viajar y reconocer que la homogeneidad de la especie humana es muy grande, he aprendido que todos sangramos por las mismas heridas y la sangre es del mismo color».
Hablar de Serrat es decir poesía, ya que su obra tiene influencias de grandes poetas como Mario Benedetti, Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Joan Salvat-Papasseit y León Felipe. Fue uno de los creadores de la Nova Cançó catalana y miembro de Els Setze Jutges (grupo de cantautores catalanes que defendieron la lengua catalana durante el régimen franquista).
Criticado por usar el catalán por unos y el castellano por otros, ha defendido por encima de todo la libertad de usar la lengua que él considera necesaria para expresar la belleza. Es tan absurdo cantar en catalán un poema de Machado o Lorca como tratar de expresar en castellano los matices de Papasseit.
He querido aportar esta canción porque tiene la habilidad de criticar alguno de los males de nuestra actual sociedad sin caer en la grosería y el insulto. Personalmente, creo que estamos más que hartos de escuchar a los «padres de la patria» zaherirse constantemente unos a otros sin dignidad alguna. Más pareciera una pelea barriobajera digna de gentes de escasa cultura y formación moral. Hasta para confrontar opiniones es necesario el respeto y la belleza.
Por eso, reconozco en el Noi del Poble Sec su valentía en defender sus ideas a pesar de los ataques de los intolerantes de cualquier color.
En la Antigüedad, cuando las musas eran parte de la vida de los seres humanos, Calíope estaba presente en el corazón de los poetas. Platón comentaba en boca de Sócrates que el verdadero poeta es portavoz de un dios. Que su alma es un instrumento musical que pulsa un dios cuando quiere dar un mensaje a la humanidad.
Reconozco que estas palabras de Platón pueden parecer un tanto fuera de lugar en un mundo tan pragmático y pendiente de otros intereses. Pero yo sigo pensando que nuestro mundo necesita más poetas que nos hablen de belleza y no tantos políticos faltos de escrúpulos que solo piensan en su bienestar partidista. Aunque concedo que debe de haber políticos vocacionales que luchen por el bien de sus semejantes para lograr una sociedad más justa y fraternal, es evidente que estos son los menos y que algo no acaba de funcionar. Como dice Serrat:
Que las manzanas no huelen,
que nadie conoce al vecino,
que a los viejos se les aparta
después de habernos servido bien.
Que el mar está agonizando,
que no hay quien confíe en su hermano,
que la tierra cayó en manos
de unos locos con carnet.
Que el mundo es de peaje y experimental,
que todo es desechable y provisional.
Que no nos salen las cuentas,
que las reformas nunca se acaban,
que llegamos siempre tarde,
donde nunca pasa nada.
Uno de mis filósofos preferidos decía: «Despiértate con poesía, edúcate con la música y funda tu carácter en el Li».
Confucio entendía el Li como la armonía que une el mundo celeste con el terrestre. En lo humano, se manifiesta como una forma de conducta que acerca al ser humano a la naturaleza. Y no me estoy refiriendo solo a pasear por el campo (algo que recomiendo), sino a llevar una vida lo más natural posible.
Quiero rendir mi humilde homenaje al cantautor que actualmente está inmerso en su gira de despedida. Agradecerle su dignidad y coherencia de pensamiento a lo largo de su vida y su obra. Y sobre todo, aportar un poco de belleza y poesía a este mundo tan falto del abrazo de Calíope.
Me despido con unos versos repletos de belleza de uno de mis poetas preferidos, al que Serrat puso música al principio de su carrera:
«Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar,
caminante no hay camino,
se hace camino al andar…».
¡Busca siempre la belleza!
Me siento muy complacida por haberlos descubierto, me interesan los temas que tratan en este espacio, de alguna manera me da un poco de alivio saber que en algún lugar de este planeta hay gente conectada con el corazón, con la vida, con la tierra y especialmente con la sensibilidad humana.