Resulta sorprendente la presencia de la historia en los medios de comunicación en general y en las plataformas de vídeo en particular. Desde las biografías de personajes que ya no están vivos, hasta los hallazgos arqueológicos que ponen en solfa las cronologías de las civilizaciones y culturas de los tiempos pasados o la recreación de periodos determinados.
Las nuevas tecnologías para llevar a cabo investigaciones que hace poco requerían mucho tiempo, ayudan a precisar lo que se va a encontrar en un yacimiento, de manera que las técnicas que deberán emplearse sean las adecuadas y eficaces. Por no hablar de la capacidad para recrear los monumentos más destacados a partir de sus ruinas, como anuncia una empresa italiana, que ofrece un tour por el foro romano durante el cual los asombrados turistas no verán los viejos edificios, sino cómo eran en su tiempo de esplendor.
Dentro de las nuevas tendencias se encuentra el rescate de personajes femeninos que hicieron historia de manera profunda y duradera, pero fueron silenciadas y olvidadas en los anales. Solamente girando un poco el foco de los historiadores, abarcando también lo que hicieron las mujeres, nos encontramos con una historia más rica en matices, más completa, más interesante. Además del acto de justicia que supone sacar de la oscuridad las vidas y obras de tantas mujeres que ofrecieron sus dones a los demás a pesar de tanta ceguera.
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