Es interesante tener en cuenta lo simbólico y no solamente lo racional, pues ambos lenguajes nos resultan necesarios, no solo para comprender o encontrar el conocimiento, sino también para encontrar sentido a muchas cosas, como la propia vida. Si nos adherimos al dictum de Delfos «Conócete a ti mismo», tendremos que aceptar que los seres humanos no solo somos «sapiens», sino también «demens», que usamos la razón pero también la imaginación para comprender, y que somos seres complejos y múltiples.
A finales del siglo pasado, una serie de estudios a cargo de filósofos y antropólogos comenzaron a recuperar el pensamiento simbólico para explicar fenómenos culturales y sociales, más allá de las necesidades para la subsistencia y las herramientas utilitarias, de tal manera que se acuñó el término de Homo simbolicus,complemento del tradicional Homo sapiens. Esos estudios desvelaron la importancia de los símbolos, no solo en las culturas antiguas, sino en las actuales. Los seres humanos nos comunicamos de manera simbólica en numerosas ocasiones de la vida, a las que otorgamos significado, de manera individual y también social.
Una mirada atenta a nuestro alrededor nos permite encontrar lo simbólico en un sinfín de gestos o tradiciones, y hasta en las letras de las canciones de la cultura pop o en las historias que nos narra el cine.
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es muy interesante como lo simbólico y lo racional nos resultan necesarios
nos sirven parra en contra sentido a muchas cosas como también la vida propia.