Una joven colaboradora nos ha proporcionado un sugerente artículo en el que comenta la tendencia actual de modificar los contenidos de los cuentos populares, porque sus criterios ya no resultan aceptables a nuestras sociedades, que aprecian nuevos valores, y rechazan los estereotipos que se plasmaron en diversos momentos de nuestra historia. Este es un tema muy interesante y bastante candente y la animamos a continuar sus pesquisas sobre las modificaciones discursivas que están en marcha en muchos ámbitos culturales e incluso académicos.
La historia, educadora de las gentes, atesora una extensa memoria de estos cambios, que con frecuencia se ocultan detrás de intereses científicos proclamados que otros investigadores más independientes y libres de prejuicios consiguen demostrar que no eran tales. Esto significa que para reescribir con solvencia se requiere una intensa y esmerada investigación que permita descubrir lo que otros no vieron o no quisieron ver.
Uno de los ejemplos que afecta a la reescritura es el de la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos tradicionalmente asignados a los varones de todas las culturas y épocas. Poco a poco se va descorriendo el velo que ocultaba una de las mayores injusticias que ha cometido la humanidad.
Yo pienso que se puede llegar tratar de una cuesti’on de buen o mal gusto, el tratar de remplazar unos estereotipos mas antiguos por otros mas nuevos.-
Cuando por ejemplo yo he leido a Luciano de Samo’sata, lo he hecho con mucho placer as’i como fue escrito y no se me hubiera ocurrido modificarle ni una coma. En lugar de tratar de modificar lo que hicieron otros, es preferible crear algo nuevo.