Elche de la Sierra es la puerta de entrada a la sierra del Segura. Es un lugar ideal para vivir: tiene casi todos los servicios y comodidades que nos puede ofrecer una ciudad, pero sin la masificación de esta. Rodeado de montañas (el monte conocido como Peña San Blas es realmente impresionante) y con un hermoso casco antiguo, es un pueblo acogedor para el visitante. Sus habitantes son gente noble y es muy fácil entablar amistad con ellos. Desde hace algunos años paso parte del verano y algún que otro puente en un lugar cercano a Elche y conocía la existencia del Helike Rock; pero circunstancias familiares y la reciente pandemia me habían impedido acercarme a él.
Por fin, este agosto pude acercarme y contactar con Juan Carlos, uno de los organizadores del festival y presidente de la Asociación Cultural Masquerock. Tuvo la cortesía de concederme una pequeña entrevista.
¿Por qué Helike Rock? ¿De dónde proviene el nombre?
Todo festival o evento necesita un nombre «resumen» o que lo identifique con el lugar donde se celebra. En su día tiramos de chispa y salió Helike, nombre con el que supuestamente se denominaba Elche de la Sierra en la Antigüedad «En Helike, lugar al que muchos historiadores identifican con la actual Elche de la Sierra, murió el general cartaginés Amílcar Barca frente a los iberos en la batalla de los toros de fuego (año 228 a. C.)».
La otra parte (Rock) ya es más sugerente.
¿Qué representa para Elche un festival de este tipo?
Tratamos de seguir haciendo historia con algo que tiene base para hacerla y resaltar una identidad quizá un poco oculta, es decir, tenemos ese bicho dentro pero no lo sabíamos. De esta manera conseguimos apaciguar ese bicho y, por supuesto, ofrecemos otra actividad sociocultural más a Elche de la Sierra, una actividad muy accesible, ya que se trata de «precios populares», empezando por el precio de la entrada que nunca ha superado los 0 €.
Cada año representa más, aun siendo un festival bastante modesto sin aspiraciones a grandes estrellas, ya que cambiaría todo el formato. No hay más que ver la cantidad de pequeños colaboradores (pequeños comercios del pueblo) que se comprometen y aportan. En definitiva, estos aspectos junto con otros hacen ver que existe una identidad, que la gente está con ello.
¿No te parece arriesgado continuar apostando por el rock cuando lo que se lleva son otro tipo de «músicas» más comerciales?
Quitarle el riesgo a la vida es lo mismo que quitarles el buen vino a los terrícolas, pero en eso también se pensó hace quince años y por aquí andamos. Y que dure.
La apuesta era elevada, RnR, entrada libre, obtener algún beneficio para que no muera a pocos metros de la salida…. en fin. Los que entienden el rock tienen muy metido en el cuerpo que esto no vende. El espectador es de calimocho y litro de cerveza a 5 €, y que no se te ocurra ponerle butacas en la platea. Puedes traer un primer espada del panorama nacional y lo haces más atractivo o comercial, pero eso implica colocar una entrada que rebase los 0 € que decía antes, ¡pues ya te lo has cargado! Seguimos con lo mismo a pesar del esfuerzo que supone, grupos de perfiles bajos en cuanto a capacidad mediática pero excelentes músicos, hay que saber buscarlos.
Nuestra idea no es hacer algo que atraiga a gente que se deje mucha pasta para un bolsillo concreto. Queremos gente que colabore y participe siendo conscientes de que les ofrecemos una fiesta popular, pero que se sale de los parámetros de una fiesta popular normal. Hay que tener en cuenta que lo organizamos desde Masquerock, asociación sin ánimo de lucro; los beneficios obtenidos los reinvertimos en la siguiente edición.
Bien, es cierto que este estilo también evoluciona y, sabiendo dónde está el origen, no nos queremos quedar atrás; por eso conseguimos contratar algunos grupos que en su espectáculo aporten algo más que guitarra, bajo y batería. Esto no es profanar la idea de los más puristas, es hacer combinaciones de ritmos y evitamos la línea plana.
Háblanos un poco de los grupos participantes de este año.
Dani Rod. Un clásico en Elche ya que ha venido en varias ocasiones con distintas formaciones e ideas nuevas. Nunca defrauda.
Violet. Una formación con un estilo más cercano a lo clásico, eso que tanto echan de menos los más maduros. ¡Pero vaya ruido hacen!
Barracuda. Unos chavales con corbata. Pues agárrate cuando los oigas porque te bajan al infierno. ¡Vaya pegada! Heavy-metal de los 80 pero traído a este tiempo.
Mez K. Música Ska que combina perfectamente lo eléctrico y el viento.
Desenkanto.
Greskand. También Ska. Con la particularidad de mezclar dos vocalistas, femenino y masculino.
Siempre Locos. Grupo tributo a La Fuga. Siempre es interesante tenerlo para aquellos que echan de menos algo más conocido.
¿Qué es para ti el rock, no solo a nivel musical sino como forma de expresar un estilo de vida? ¿Hay una especie de filosofía dentro del rock?
Con un género musical más comercial, y con todos los respetos, es como ir a la moda. El rock no entiende de modas, sí acepta variantes, pero no es de usar y tirar, es una forma de queja y protesta de manera directa. El rock expresa sin tapujos, y es así desde que se inventó. Hubo un tiempo en que salieron estilos como el tecno, máquina, bacalao… Eso murió, tuvo su momento y cuando estaba demasiado explotado cambiaron a otro formato que aportara beneficios. El rock es más complejo y de ahí la dificultad de convertirte en un Rolling Stone, el que se dedica a esto lo sigue intentando y muere en el empeño si es necesario, pero no cambia.
El RnR no es comercial, es una forma muy particular de entender el arte de hacer música. En la época de los 80, en pleno auge de la Movida ya nos decía Leño: «no se vende RnR».
Cada género de música puede ayudar a definir o describir a una persona, pueden ser compatibles distintos formatos, pero sí es factible definir a las personas por aquello que les gusta. Ahora bien, es incuestionable que esta parcela marca; por tanto, es una forma de estar en la vida.
Por último, algo que te gustaría mejorar para posteriores ediciones.
Todo. Es una lucha constante por ir mejorando, pero, sabiendo que lo hacemos por amor al arte, las dificultades no son pocas. Cuando crees que para el año siguiente tal cosa va a salir mejor, lo consigues o no. A veces sale un agujero por haber tapado otro. La dificultad parte de que dependemos de nuestros propios negocios o trabajos y estando dispersos por distintas zonas de España nos vemos poco.
Queremos mejorar la ubicación del recinto, la organización logística y participativa de voluntarios… Sin embargo, sí hay algo más importante, y es conseguir que los asistentes entiendan que por muy poco tienen mucho. No conocemos ningún festival de entrada libre organizado por una entidad privada.
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Ser amante de la filosofía te permite practicar una virtud que los seres humanos, inmersos en la vorágine consumista y la aceleración de los tiempos, tenemos un tanto olvidada: la reflexión. Como sabéis aquellos que leéis mis humildes letras, siempre trato de encontrar un nexo entre dos de mis pasiones: el rock (o estilos cercanos) y la filosofía. En este caso, al no tratarse de una letra de un grupo concreto, me estaba resultando difícil encontrar un filósofo que encajara en la redacción del artículo.
Volví a repasar la entrevista y de repente lo tuve claro: no tuve que recurrir a peripatéticos, neoplatónicos, pitagóricos o estoicos. El protagonista de este articulo iba a ser Juan Carlos y los amigos de Masquerock. El ser humano es filósofo por naturaleza desde el instante en que se plantea preguntas y busca respuestas. Otra de las características del filósofo es su generosidad. Él hace las cosas, no para obtener un beneficio económico sino porque es fiel a sus ideas.
Si reflexionamos acerca de las palabras de Juan Carlos, veremos que es fiel a sus ideas y trata de llevarlas a cabo más allá de las dificultades (que las hay y muchas). Tampoco busca el aplauso de las mayorías ni un beneficio económico. Supongo que vivir en un entorno natural privilegiado ayuda a ver la vida de una forma más descontaminada.
Es por ello por lo que personalmente disfruté mucho con el festival y, aunque los grupos no eran conocidos para mí (destacaría la energía y juventud de los Barracuda), el ambiente que se generó en aquella tarde de agosto me hizo pensar que no hace falta mucho para ser feliz.
Nos vemos en Helike Rock 2024