¿Qué es el Romanticismo?
El Romanticismo es un importante movimiento filosófico, cultural y artístico que fue apareciendo de manera paulatina a finales del siglo XVIII y principios del XIX como respuesta a una serie de transformaciones sociales, políticas y culturales de la época que abarcaba aspectos como filosofía, literatura, música, pintura, política… El nacimiento de este nuevo movimiento no se produce de manera simultánea, ni tampoco es igual ni en ritmo ni en su intensidad. Es en Alemania y en Inglaterra donde surgen las primeras manifestaciones del Romanticismo.
La palabra romantique (adjetivo) se utilizó en Francia en el siglo XVIII como sinónimo de «novelesco» y fue tomado del inglés romantik. El adjetivo se empieza a utilizar en relación con los paisajes naturales. Pero a partir de aproximadamente 1785, los términos romanesque (‘novelesco’) y romantique (‘romántico’) empiezan a diferenciarse, de tal manera que la primera acepción quedaría para las aventuras, y la segunda para los estados anímicos. Dicho término acabó dando nombre a todo un amplio movimiento cultural y artístico que afectó a todos los aspectos del ser humano.
Surge como una reacción a la Ilustración y al racionalismo. La Ilustración hizo hincapié en la razón, la lógica, la ciencia… El Romanticismo hizo hincapié en la emoción, la imaginación, el individualismo y la apreciación de la naturaleza. Los artistas románticos buscaron expresar la subjetividad humana, explorar el mundo interior y transmitir sentimientos intensos a través de sus obras.
Pero, por otra parte, no debemos olvidar toda una serie de sucesos que van a transformar todo el contexto histórico-político de aquel entonces y que condicionó en gran manera la aparición del Romanticismo.
Dicho periodo estará marcado por la Revolución francesa, las guerras napoleónicas, la Revolución Industrial…, pero vayamos paso a paso.
Sucesos que influyeron en la aparición del Romanticismo
La sociedad en el siglo XIX está en un cambio constante y fueron muchas las influencias que dieron paso a la aparición del Romanticismo. Estas influencias y cambios fueron de alguna manera necesarios, ya que es en las luchas, en los cambios, en los conflictos, donde se da nacimiento a lo nuevo, a lo fértil, cual si fuera un parto, dejando atrás todo lo viejo, lo caduco, lo que no sirve.
Estos cambios influyeron en Inglaterra y en Alemania, pero sobre todo en España desde diversos frentes, en lo económico, en lo social, en lo político…
La Revolución Industrial. Con la llegada de la máquina de vapor y otro tipo de tecnologías se consigue un gran desarrollo en los puestos de trabajo, lo que lleva a la aparición de la fábrica como espacio mecanizado de trabajo y a una nueva organización laboral.
Esta mecanización origina una masiva migración de campesinos hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades para subsistir; por ello, las condiciones de vida mejoran notablemente, cosa que va a contribuir de manera importante a un auge en el crecimiento demográfico. Esto dará lugar a cambios en la sociedad de entonces y a la aparición de la burguesía (clase social dueña de las fábricas y el capital) y, por otro lado, del proletariado (clase social trabajadora que depende del trabajo para su subsistencia).
La Revolución francesa. Con sus ideas de libertad, igualdad y fraternidad, permite el acceso de la burguesía al poder político de Francia. La toma de la Bastilla, una fortaleza estatal, simboliza el fin del Antiguo Régimen.
Junto a la Revolución francesa, otras guerras conocidas como las guerras napoleónicas, y la ya mencionada Revolución Industrial fueron el caldo de cultivo para que se fraguaran las ideas y características del movimiento romántico.
El Romanticismo se encuentra en una época de grandes y constantes cambios, por lo que la sociedad de aquel entonces comenzó a cambiar su mentalidad y a replantearse cómo habían vivido hasta entonces.
Características generales del Romanticismo
Muchas y diversas fueron las características de este movimiento: imaginación, individualismo, visiones, incomprensión, subjetividad, rebeldía, libertad, la naturaleza…
Imaginación. La emoción juega un papel central en el Romanticismo. Todo el movimiento romántico giraba en torno a la imaginación en cualquiera de sus disciplinas: música, pintura, literatura… Buscaban crear obras que trascendieran la realidad cotidiana. Se la consideraba una fuerza vital capaz de transmitir verdades profundas y universales. Los artistas románticos buscaban provocar una respuesta emocional en el espectador o lector apelando a sus sentimientos y sensibilidades.
Individualismo. En lo individual se exaltaban los sentimientos oponiéndose a los valores burgueses y proyectando sus estados de ánimo en la naturaleza. El individualismo romántico se traduce en una línea llena de emociones y sentimientos subjetivos.
Incomprensión. El romántico es rebelde, inconformista, idealista, y lucha por esos ideales aun en contra de la sociedad. Por otro lado, los artistas que se destacaban por su imaginación y creatividad, que eran considerados como genios, siempre destacaban por tener una vida atormentada y se basaban por ello en que eran unos incomprendidos porque por causa de esa genialidad nadie los comprendía.
Rebeldía. Si hay una actitud que se acepta claramente en el Romanticismo es la de la rebeldía. Los autores románticos se rebelaron muchas veces por ser contrarios a las normas establecidas, desafiando la autoridad y buscando su libertad creativa.
La naturaleza. Con la llegada del Romanticismo, la naturaleza se convirtió en un medio para que pintores, escritores y demás artistas de la época la vieran como un medio para manifestar y expresar sus emociones. Se valora de manera extraordinaria la belleza natural, el paisaje, y se le atribuyen significados simbólicos.
El Romanticismo inglés y alemán
Inglaterra, junto con Alemania, fueron consideradas la cuna del Romanticismo, ya que este comenzó casi al mismo tiempo en un sitio y en otro.
Muchos y diversos fueron los personajes que en una u otra faceta van a destacar en este nacimiento, pero solo quiero citarlos grosso modo, puesto que el hablar en profundidad de cada uno de ellos sería materia para otros trabajos.
En el mundo de la filosofía destacan Immanuel Kant, Johann Wolfgang von Goethe, Friedrich Schiller, Friedrich Schlegel, Novalis y Friedrich Schelling, y hay que resaltar que cada uno de ellos, a su manera, desarrolló sus propias ideas y relaciones con el romanticismo.
Inglaterra es uno de los países donde más fuertemente arraigó el movimiento romántico. Pronto mostró con fuerza una gran rebeldía hacia esa nueva sociedad industrial y burguesa que había aparecido y buscó la evasión a través del paisaje rural, del pasado histórico y de los destinos exóticos.
Por otra parte, el Romanticismo inglés hizo suyo un lenguaje literario que puso sus bases en el sentimiento, en lo subjetivo, en lo irracional, y sobre todo en la más absoluta libertad del artista a la hora de crear sus obras.
Tres grandes poetas del Romanticismo de la época inglesa fueron Lord Byron, Parcy Brysse Shelley y John Keats. Ellos no solamente fueron poetas románticos, sino que también fueron considerados héroes románticos en sus propias vidas, en las que encarnaron sus ideales hasta sus últimas consecuencias, muriendo jóvenes y llevando vidas errantes y atormentadas.
Quizá uno de los autores más conocidos sea el poeta inglés Lord Byron (1788-1824) no solamente por sus obras, sino también por su extravagante y escandalosa vida y forma de ser. Escribió Las peregrinaciones de Childe Harold, El corsario y su famoso Don Juan.
Tampoco podemos olvidar a Mary Shelley (1797-1851), esposa de Parcy Brysse Shelley, y que fue autora de diversas obras dramáticas, aunque si por algo es mundialmente conocida es por ser «la madre» de Frankenstein.
Frankenstein o el moderno Prometeo es considerada como todo un clásico dentro del género novelesco y el primer texto de ciencia ficción de la literatura. En dicha novela se tratan temas como la evolución científica, moral y filosófica, y el derecho del ser humano a crear vida inteligente y sus consecuencias.
La novela histórica estuvo dignamente representada en la figura de Walter Scott (1771-1832), quien hizo las delicias de los lectores con obras tan renombradas como Ivanhoe o Quintin Durward.
Es en Alemania donde aparece un movimiento antecesor al Romanticismo llamado Sturm und Drang (Tempestad y tensión). Se caracteriza porque propugna una creación literaria al margen de las reglas clásicas, y que daba más valor a la expresión artística de los sentimientos y de las vivencias.
Pero si tuviéramos que indagar en el Romanticismo alemán, seguramente también reconozcamos a uno de sus más fieles exponentes, Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832). Novelista, poeta y estadista fue considerado el padre del Romanticismo alemán y sigue siendo una de las figuras más influyentes en el panorama de la literatura moderna.
Su obra más importante fue Fausto, en la que el principal protagonista vende su alma al diablo a cambio de conocimientos y placeres. Ese pacto con el diablo representa la lucha interna del ser humano entre el bien y el mal, la razón y la emoción, la moralidad y la tentación… Otras obras de Goethe fueron Las penas del joven Werther, Las afinidades selectivas o Teoría de los colores.
El Romanticismo español
El Romanticismo español tuvo sus orígenes a principios del siglo XIX, influenciado, como ya sabemos, por corrientes artísticas y filosóficas europeas. Este movimiento llega a España coincidiendo con importantes cambios a nivel social y político.
En primer lugar, la península ibérica vivió tiempos de fuerte agitación política y social que estuvo marcada por la guerra de la Independencia y el reinado de Fernando VII.
Pudiera haberse dado la casualidad de que estas adversas circunstancias políticas e históricas hubieran retrasado la llegada del Romanticismo a España. Por un lado, el miedo a la Revolución francesa, que hizo que durante algunos años las fronteras se cerraran y se obstaculizara de alguna manera la difusión de libros e ideas procedentes de Europa.
Luego, la guerra de Independencia (1808-1814), que interrumpió bruscamente toda actividad artística y el cultivo de las letras. Después, el turbulento reinado de Fernando VII, con luchas políticas de absolutistas y liberales que impiden el normal desarrollo de la vida intelectual y cultural incluso llegando a exiliar a varios escritores y políticos.
Pero como los valientes se crecen ante las dificultades, estas adversidades no fueron obstáculo para que el Romanticismo viera la luz, y España acogió en su seno a muchos grandes políticos, poetas, escritores, pintores y músicos que nos dejaron constancia de su buen hacer en el camino de las artes y las letras.
Por ello, me gustaría también a mí dejar constancia y recordar un poco a aquellos autores que nos sirvieron como modelo en nuestros años académicos, que nos inspiraron en nuestros pequeños trabajos como escritores en ciernes, y sobre todo, los grandes momentos que nos hicieron pasar con la lectura de sus obras y las enseñanzas que dejaron a la humanidad.
José de Espronceda y Delgado (1808-1842). Es el prototipo del romántico liberal exaltado, lo que se puede comprobar tanto en su obra literaria como en su actitud rebelde frente a la sociedad.
Canción del pirata: el poema Canción del pirata es uno de los más conocidos del Romanticismo español. Es una composición sobre la libertad y la independencia, que forma parte de los cinco poemas que Espronceda dedica a los seres marginados de la sociedad, de los cuales escribió en señal de protesta: el pirata, el mendigo, el verdugo, el cosaco y el reo de muerte.
El diablo mundo: un poema romántico que se quedó sin terminar porque el autor fue sorprendido por esa gran amiga de todos, la muerte. Se trata de un poema lírico, filosófico y social, de tono alegórico, simbólico, una epopeya de la vida humana. Intenta reflejar toda la existencia del hombre a través de las aventuras del protagonista, que también de una manera simbólica se llama Adán.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Es uno de los autores más conocidos del Romanticismo español. Destacó por su lenguaje poético, lleno de simbolismo, y su inclinación por el misterio y lo sobrenatural, como se puede ver en su obra Rimas y Leyendas.
Rosalía de Castro (1837-1885) Su obra tuvo especial importancia para la formación y revalorización de la identidad literaria y cultural de Galicia, que también fue apreciada por el resto de España.
En sus obras denuncia las duras condiciones de vida del campesino gallego, y también la cultura machista y patriarcal que rige en sus pueblos. Las principales obras literarias de Rosalía son: La hija del mar, Cantares gallegos, Follas novas o En las orillas del Sar.
Podríamos continuar enumerando diferentes autores, pintores, músicos y escultores del Romanticismo, tanto españoles como de otras nacionalidades. El Romanticismo fue la cuna de todos ellos, el germen para que todos esos artistas expresaran sus emociones y reflexiones de una manera auténtica y apasionada, sentando las bases para las corrientes que van a venir detrás.
Gracias por todo ese legado.
Bibliografía
El Romanticismo. Gras Balaguer. Ed. Montesinos
Romanticismo europeo, historia. VV.AA. Ed. Universidad de Sevilla.
Antología poética Rosalía de Castro. Mercedes Castro Díaz. Ed. Edaf.
G.A.B. precursor del simbolismo en España. Félix Bello Vázquez. Ed. Montesinos.
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