Ciencia — 1 de enero de 2025 at 00:00

La Luna sigue sorprendiendo a los científicos

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La Luna

 

Es difícil encontrar una cultura que no haya rendido culto, en una u otra forma, a la Luna. El único satélite natural de nuestro planeta ha acompañado a la humanidad desde su origen, dando ciclicidad al paso del tiempo, marcando el ritmo de las mareas, acompañando los partos y, cómo no, sirviendo de calendario natural con el que medir la sucesión de los días, meses, estaciones y años.

El pasado año se cumplió el 55 aniversario de la llegada del Apolo 11 a la Luna, un hito que marcó el inicio de una sucesión de misiones de diversos países para conocer más de nuestra más vieja compañera. Todavía es mucho lo que desconocemos sobre ella, y los descubrimientos que va realizando la ciencia no dejan de resultar sorprendentes, arrojando más incógnitas sobre las teorías de su nacimiento.

Más antigua de lo que se creía

La verdad es que no sabemos ni cómo ni cuándo apareció la Luna en el cielo. Conforme los análisis y estudios sobre ella van arrojando nuevos datos, se van planteando nuevas teorías al respecto. Recientemente, la agencia de noticias científicas SINC difundió los resultados de un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de California en Santa Cruz. Este trabajo señalaba que la Luna podría ser más antigua de lo que hasta ahora se pensaba.

Hasta la fecha, el análisis de las rocas lunares situaba su edad en unos 4350 millones de años, por lo que habría nacido unos 200 millones de años después de que se formara el sistema solar. Tras esta nueva investigación, su antigüedad se estima entre 4430 y 4530 millones de años; y es que los científicos valoran que es posible que la atracción de las mareas de la Tierra provocara «una agitación geológica generalizada y un calentamiento intenso», lo que acabó dando lugar a una «refundición» del satélite, por lo que se habrían alterado los procesos de datación realizados hasta la fecha.

Se espera que las muestras recogidas de la cara oculta de la Luna por la sonda china Chang’e 6 aporten datos que validen o reorienten esta interesante teoría.

Más pequeña cada vez… y más lejos

Estudios realizados por la NASA revelan dos hechos curiosos: la Luna es cada vez más pequeña y se aleja paulatinamente de nuestro planeta.

Sobre su decreciente tamaño, la revista CNN difundió la noticia de que, según estas investigaciones, conforme el núcleo de la Luna se enfría y contrae, se producen «arrugas» y grietas en su superficie a consecuencia de fortísimos e intensos terremotos, que pueden llegar a durar varios minutos, especialmente en su polo sur, y desplazamientos de tierras que modifican su geografía, a lo que también contribuye la fuerza de las mareas en la Tierra.

Con todo esto, se ha calculado que la Luna ha reducido 45 metros su circunferencia en los últimos millones de años, lo cual de momento no se prevé que afecte a nuestro planeta, pero sí a las futuras misiones lunares. Este aumento, tanto de número como de intensidad, de los sismos en la Luna, pone en peligro los proyectos de establecer bases, más o menos permanentes, de investigación o explotación de minerales.

El fenómeno de las mareas está haciendo, además, que la Tierra empuje a la Luna unos 3,81 cm al año. El juego de rotación y aceleración de los dos cuerpos, en el que la Tierra trata de acelerar la rotación de la Luna, y la Luna, de tirar de la Tierra y frenar su rotación, genera una fricción que está obligando a la Luna a ensanchar su órbita, por lo que tiende a estar, cada vez, más lejos de nosotros.

La Luna y la vida en la Tierra

Sabemos que el campo magnético de la Tierra actúa como escudo protector ante los vientos solares y los rayos cósmicos, pero lo que no tenemos habitualmente en cuenta es que en ese campo magnético la Luna tiene un importante papel. De hecho, la gravedad de la Luna es lo que hace que el núcleo líquido de la Tierra, compuesto de hierro y níquel, se mueva a la suficiente velocidad como para generar la energía que necesitamos para mantener activo nuestro escudo.

La gravedad de la Luna también es la causante de que nuestro planeta mantenga una inclinación de 23,5 grados, lo que, según los científicos, ayuda a que tengamos las condiciones adecuadas para la vida, con estaciones menos extremas y un ritmo de mareas más estable, además de favorable para la pesca y la navegación.

Esto es solo una pequeña muestra de lo mucho que se sabe y lo que, aún más, se desconoce sobre la Luna y su estrecha relación con la Tierra. Un vínculo nacido de su proximidad y favorecido por la rítmica danza de órbitas y rotaciones que ambos cuerpos mantienen. Sin embargo, llegará el momento en que la Luna deje de estar lo suficientemente cerca de la Tierra como para seguir manteniendo su influencia, lo que nos deja el interrogante de ¿qué pasará entonces?, ¿cómo será entonces la vida en nuestro planeta?

Bibliografía

www.science.nasa.gov

www.agenciasinc.es

www.cnnespanol.cnn.com

www.nationalgeographic.es

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