Editorial — 1 de enero de 2025 at 00:00

Música para el alma

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Música para el alma

Ahora que comienza el nuevo año, con sus posibilidades aún no manifestadas, pero esperadas, ha llegado a nuestra redacción una pequeña joya en forma de breve artículo sobre las canciones de Schubert, que nos ha regalado uno de nuestros colaboradores, el filósofo José Carlos Fernández, director en Portugal de la Escuela Filosófica. Solemos decir que la música es un arte que llega muy profundamente en el alma de las gentes, un arte sublime, casi etéreo, que, gracias a su lenguaje específico, expresa quizá como ningún otro lo más sutil, lo más cercano a lo divino y elevado. Pues bien, José Carlos nos muestra esta realidad con un análisis de las canciones del músico vienés, que nos ayuda a reconocer determinados estados de nuestra conciencia, sentimientos profundos, no siempre placenteros.

Estos son los temas que ha encontrado nuestro colaborador, en los bellos lieder, que recogemos como un ramo de flores hecho con sentimientos y música: cómo salir del automatismo, de la inercia, de la insensibilidad. Cómo superar el sentimiento de estar manchado y conseguir la purificación. La aceptación de la muerte, superando el miedo. Perdonarse a uno mismo. Cómo dulcificar el dolor por el sentimiento de dureza, de falta de compasión o también las penas del amor no correspondido. Para superar la irritabilidad y la impaciencia. Vencer el dolor de no ver los frutos de los esfuerzos. Combatir el desánimo y la apatía. Contra la desesperanza, saber encontrar la esperanza. Superar el sentimiento y el dolor de la inferioridad. Contra la soledad y el rechazo, inspirar la aceptación y el desapego, como una ayuda ante el dolor que causa la dispersión, la fragmentación.

Una buena hoja de ruta para encontrar la serenidad y el sentido, o como dice nuestro colaborador, «pura medicina para el desamparo» que a veces acecha.

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