¡De qué modo nos amarran los apegos
a los remos trepidantes de la barca!
Hay pasión, sin duda alguna, en el proceso,
que obnubila nuestra sed de lontananza.
Son los lazos que nos unen a los otros
cual la red en el bordado de una dama:
las puntadas del derecho lucen oro,
mas si miras desde abajo ves hilachas.
¡De qué modo nos conducen los apegos
a las pruebas por la Vida decretadas!
Todo aquello que vivimos en el tiempo
proporciona fortaleza a nuestras alas.
¡No te quedes a nivel de lo inmediato,
pon altura y claridad en tu mirada!
Que a medida que te elevas sobre el barro,
liberando vas al alma encadenada.