Muchos de nosotros algún día hemos soñado con subirnos en una caravana y explorar el mundo obteniendo una rica experiencia en diferentes culturas y visiones plurales de nuestro planeta. Leticia Rigatti, una joven brasileña con formación en Comunicación y Artes Visuales, y Ryan Luckey, nativo de Oakland, California, músico y productor musical y también estudiante de Diseño Sostenible, han logrado plasmar este sueño, y lo han bautizado como Proyecto Común Tierra.
El proyecto es una investigación sobre comunidades sostenibles en América Latina (desde México hasta Brasil), iniciada en mayo de 2010. Durante este periodo, Ryan y Leticia están visitando comunidades sostenibles, ecoaldeas y centros de permacultura, documentando sus ideas, técnicas y herramientas con enfoque sostenible, para que puedan ser multiplicados en todo el mundo. En este tiempo, esta entrañable pareja ya ha visitado más de diez países y más de ochenta comunidades y ecoaldeas, con su “minhoca”, un apodo cariñoso de su caravana sostenible, que les lleva a penetrar en los lugares más recónditos del continente americano.
El objetivo de este proyecto, según ellos, es explorar la vanguardia de los movimientos sostenibles de América Latina, y que pueda ser una guía de estas alternativas en la actualidad, y un catalizador para construir modelos de vida real para un futuro sustentable.
Además de sus fuentes renovables de energía acopladas a la caravana, como las “bicimáquinas” (licuadora y lavadora de ropa construida principalmente con materiales reciclados), paneles solares y la utilización del baño seco, utilizan también otras prácticas que demuestran que es posible vivir de forma sustentable sin gastar mucho dinero, como por ejemplo:
· A través de la economía solidaria, exploran y promueven diferentes posibilidades de comercio de bienes y servicios directamente, sin intercambio de dinero; es el trueque de mercancías, con escala móvil y monedas locales, aprendiendo en la práctica sobre nuevos sistemas de intercambio.
· Realizan un gran esfuerzo para buscar los alimentos locales y orgánicos en las comunidades que visitan, comprando (o intercambiando bienes) en ferias o pequeñas tiendas orgánicas, apoyando a las economías locales y agricultores orgánicos a pequeña escala.
· Hacen frente a los residuos como viajeros (lo que consideran crucial, ya que la mayoría de los países de América Latina no tienen un tratamiento de residuos suficiente para sus demandas), de forma que dejan de lado todos los residuos orgánicos de los alimentos (que son básicamente vegetarianos) para contribuir a los sistemas de compostaje locales cuando se puede, o devuelven el material orgánico haciendo un hueco en la Tierra en áreas silvestres.
Otra práctica ecosostenible que practican es buscar centros de reciclaje compactando material reciclado en botellas de plástico, formando «eco-ladrillos», que se pueden utilizar en proyectos de construcción en las comunidades locales, y utilizar materiales de limpieza biodegradables, además de (casi todos) los productos de higiene personal para asegurarse de que no se contaminen los sistemas de agua locales. También, el estudio de diversas formas de comer más sano, utilizar mejor los alimentos y ser más autosuficientes en la producción de lo que se come y de las medicinas utilizadas, cultivando sus propios germinados, y la fabricación artesanal de yogur, granola, panes, galletas y helados, con granos enteros.
Toda esta información se comparte a través de su página web: guía y mapa multimedia (fotos y vídeos) de los proyectos, además de la creación de redes de contacto entre personas involucradas e interesadas, y suministro de diversos materiales educativos sobre el tema.
Con todo este material reunido en el Proyecto Común Tierra, ya han logrado repartir entre las comunidades visitadas, además de su aporte y participación en decenas de congresos, encuentros y consejos (entre ellos, Rio+20, Global Ecovillage Network, I Encuentro Iberoamericano de Ecoaldeas, etc.), proyectos educativos para niños y adultos de comunidades locales en los diferentes países en que han estado.
Para Ryan y Leticia, la actual generación de comunidades sostenibles es un primer paso sólido hacia la recreación de la cultura humana sostenible. Para ellos, estas comunidades, junto con las comunidades indígenas que siguen vivas, representan nuestros mejores intentos y esperanzas para la creación de una cultura auténticamente sostenible en el planeta.
Si quieres conocer el Proyecto Común Tierra puedes entrar en: