Conocer la realidad no es tan fácil como aparenta, con todos los medios que tenemos a nuestra disposición. La prueba está en la frecuencia con que los cálculos de los expertos se comprueban como equivocados, o la falta de previsión de los responsables políticos ante las previsibles circunstancias que puedan suceder.
Para intentar compensar estas carencias, disponemos de las estadísticas y los indicadores del llamado “mundo real” que nos ofrecen en forma de datos numéricos, tantos por ciento, comparación de cantidades en sus subidas o bajadas.
En esta edición de nuestra revista tenemos algunos de esos ejemplos, que nos muestran hasta dónde llega la insensatez de los seres humanos, capaces de autodestruirnos o simplemente hacernos daño, hacernos sufrir continuamente por errores de enfoque de nuestra existencia.
Nuestros colaboradores y entrevistados nos han proporcionado datos interesantes sobre campos en los que no ponemos cuidado, en asuntos tan fundamentales como alimentarnos, o pensar, o cómo ver el mundo.
Afortunadamente hay personas que nos ayudan a corregir esos errores tan graves y hemos conseguido localizarlas y aprender de ellas. Os invitamos a probar sus propuestas, basadas en la experiencia y el conocimiento. Nos enseñan a saber vivir.