Si es que quieres comprender,
no contemples solamente
la apariencia de las cosas.
Para apreciar una rosa
no te es dado solo ver,
también tienes que mirar.
Detenerte unos momentos
para mejor escuchar
el lenguaje que se expresa
más allá de los sonidos.
Solo entonces una Voz
te señalará el camino.
No hay rincón donde no llegue
la amplitud de lo divino…