Joseph Campbell, el estudioso de las mitologías se preguntaba qué tipo de mitos estarían gestándose en las nuevas maneras de mirar al universo. George Lucas, cuando le mostró la trilogía que ya había sido estrenada de La guerra de las galaxias, le ofreció algunas respuestas al respecto.
Alguien había invitado a George Lucas a escuchar una conferencia de Joseph Campbell sobre lo que más adelante sería su último libro, «The Inner Reaches of Outer Space» (traducido al español como Las extensiones interiores del espacio exterior, editorial Atalanta, 2013). El acto tenía lugar en el Palacio de Bellas Artes de San Francisco, un bello edificio recién restaurado cercano a los estudios de Lucas Films. Era el año 1985 y el estudioso de las mitologías se preguntaba qué tipo de mitos estarían gestándose en las nuevas maneras de mirar al universo, generando unas dimensiones que desbordan por completo las que asignamos al mundo real. Partía de su interpretación de los mitos, como decantaciones de los anhelos espirituales de las sociedades en general y los seres humanos en particular. Surgieron en el coloquio sus propuestas de considerar los mitos como relatos que ayudan a los individuos y las sociedades a conocerse a sí mismos. Mucho más que cuentos para niños, los mitos serían una vía de conocimiento, a través de la imaginación, hacia el alma. Las imágenes que aparecen en los relatos surgen desde el interior de nosotros mismos.
«El espacio exterior está dentro en la medida en que las leyes que lo gobiernan están dentro de nosotros; el espacio interior y el exterior son el mismo. De hecho, sabemos que somos hijos del espacio», decía Campbell en su conferencia, y continuaba explicando el «país de las maravillas del mito», en el que hay un sendero que nos lleva desde lo que vemos hasta lo que imaginamos. «Los sentidos llevan imágenes a la mente que no se convierten en mitos hasta que se transforman por medio de la fusión con ideas que concuerdan con ellas y se despierta la imaginación en el mundo interior».
Lucas lo escuchaba fascinado. Había terminado los tres primeros episodios de su obra Star Wars (La guerra de las galaxias en español) y le parecía encontrar explicaciones a su intención de construir una larga historia situada precisamente en ese espacio exterior, inmenso, inabarcable. Conocía la obra de Joseph Campbell, especialmente El héroe de las mil caras, su obra más difundida, pero este no conocía las películas ya estrenadas de Lucas.
Al terminar la conferencia, el cineasta y el estudioso fueron presentados y se inició una larga amistad entre ambos que duró hasta la muerte de Campbell en 1988, que siempre fue para Lucas «su Yoda», es decir, su maestro inspirador.
La relación tuvo un hito importante cuando el erudito pudo presenciar al fin las tres películas de Star Wars rodadas hasta el momento, invitado por Lucas en su rancho «Skywalker». Las visionaron seguidas, con apenas una parada para comer y otra para cenar. Sus biógrafos dicen que al final de la proyección Campbell comentó: «Creía que el arte moderno se había detenido con Picasso, Joyce y Mann. Ahora veo que no ha sido así». De manera intuitiva, el cineasta había narrado una vez más la historia del héroe que va al encuentro de su propio destino, un tema presente en todas las tradiciones. «Lucas había introducido la más poderosa y la más fuerte vuelta al relato del héroe», solía decir al comentar aquel encuentro y la impresión que le había causado.
En El Imperio contraataca, el maestro Yoda le decía a Luke SkyWalker: «Somos seres luminosos, no cruda materia. La luz de las estrellas está dentro de nosotros». La frase concuerda con las expresiones de Campbell sobre la correspondencia entre lo interno del ser humano y lo inmenso del espacio sideral.
Como comentaría John Williams, autor de la banda sonora de la saga, «Hasta que Campbell nos explicó lo que significaba Star Wars, para nosotros no era más que una peli sobre el espacio de un sábado por la mañana». Pero la experiencia de vivir un relato mítico estaba por encima de comprenderlo o no.
Lucas se implicó en difundir la obra de su sabio amigo a más amplios públicos que los especializados, para lo cual urdió un proyecto cinematográfico como documental a base de entrevistas en las que Campbell pudiese explicar sus ideas y propuestas sobre los mitos. Las entrevistas, realizadas por el periodista Bill Moyers, se grabaron en el rancho de Lucas a lo largo de varios años y dieron lugar a la serie de seis horas titulada «Joseph Campbell, el poder del mito», vertidas más tarde en un libro.
En una de las entrevistas, Campbell describe a Bill Moyers el significado mítico de la obra de George Lucas: «Es lo que Goethe dijo en el Fausto, pero que Lucas ha sabido expresar en un lenguaje moderno: el mensaje de que la tecnología no nos salvará. Nuestros ordenadores, nuestras herramientas, nuestras máquinas no son suficientes. Tenemos que apoyarnos en nuestra intuición, en nuestro verdadero ser». «¿Y eso no es una ofensa a la razón?», preguntó el periodista, «¿no le parece que nos retiramos a una gran velocidad de la razón?». «No, no se trata de eso. En el viaje del héroe no se trata de negar la razón. Al contrario, superando las pasiones oscuras, el héroe simboliza nuestra capacidad de controlar al salvaje irracional que llevamos dentro. Luke Skywalker nunca fue más racional como en el momento en que encontró dentro de sí mismo las habilidades de carácter necesarias para enfrentar su destino».
La personalidad del Yoda real
Joseph Campbell (26 de marzo de 1904-31 de octubre de 1987) nació en una familia católica de origen irlandés de clase media alta en White Planes, Nueva York. Desde muy pequeño se sintió atraído por las historias de los indios americanos, capaces de saber qué ocurría con solo pegar su oreja en el suelo, y se dedicó a leer cuantos libros caían en sus manos sobre el mundo de los nativos, especialmente sus historias y leyendas.
En 1924, en un viaje a Europa con su familia, conoce a Krishnamurti, el cual le acerca a la filosofía y la mitología hinduista. Ambos mantuvieron una amistad a lo largo de los años.
Estudia en la Universidad de Columbia un grado en Literatura Inglesa y se especializa en estudios sobre la leyenda de Arturo, en la que encontraba semejanzas con algunas historias de la tradición de los indios americanos.
Con una enorme facilidad para los idiomas, aprende francés, alemán, sánscrito, gracias a una beca obtenida para ampliar estudios en Europa. También aprendió ruso, para poder leer Guerra y paz en la lengua de Tolstoi.
Le impacta especialmente James Joyce, con quien se identifica, y profundiza en la obra de Thomas Mann, los artistas Paul Klee y Pablo Picasso y los psiquiatras Sigmund Feud y Carl Gustav Jung.
De regreso a Estados Unidos, propone a sus profesores una especialización en sus estudios de sánscrito y literatura medieval, presentando un proyecto de tesis doctoral en mitología y literatura comparadas que no es aceptada. Campbell decide no seguir adelante con su vinculación universitaria y emprende una búsqueda intelectual propia, dedicándose a investigar y estudiar. En esta época de búsqueda y viajes a lo largo de California, continúa sus trabajos sobre los indios americanos y busca afanosamente su destino.
Tras algunos intentos, consigue un puesto como profesor en Sarah Lawrence College, donde permaneció hasta su jubilación en 1972.
Después de su matrimonio con una antigua alumna, bailarina en el ballet de Martha Graham, toma contacto con el eminente estudioso de la civilización india, Heinrich Zimmer, quien a su vez le conecta con la fundación Bollingen, que se encarga de la publicación de sus obras. A la muerte de Zimmer, se encarga de la edición de las obras póstumas del gran especialista en la sabiduría de la India.
Entre su abundante producción intelectual, destacan los cuatro volúmenes de la serie Las máscaras de Dios.
De sus numerosas obras en inglés contamos con las siguientes traducidas al español:
En busca de la felicidad: mitología y transformación personal. Kairós. Barcelona, 2014.
El héroe de las mil caras. Fondo de Cultura Económica. México, 2014.
Diosas: misterio de lo divino femenino. Atalanta. Gerona, 2015.
Imagen del mito. Atalanta. Gerona, 2013.
Las extensiones interiores del espacio exterior. Atalanta. Gerona, 2013.