Historia — 30 de noviembre de 2015 at 23:00

La guerra de las galaxias y las enseñanzas clásicas

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La saga Star Wars, a lo largo de cada uno de sus capítulos, va desgranando diferentes pinceladas de sabiduría ancestral que hacen que una galaxia muy, muy lejana se aproxime a situaciones muy, muy cotidianas.

¿Qué es la Fuerza?

La Fuerza interpenetra todos los seres vivos, es el campo de energía presente en todo el universo y que interactúa a voluntad con aquellos que van entrenándose en la disciplina jedi para dominarse y conocerse más a sí mismos.

La descripción de la Fuerza es equivalente al desarrollo del Ki o el Chi en las artes marciales tradicionales, o al concepto de Prana en Oriente. La enseñanza más importante que podríamos extraer de ello es que, según el enfoque de Star Wars, la naturaleza es un inmenso ser vivo del cual formamos parte, no hay nada en el mundo ajeno a la Fuerza, porque ella vitaliza a todos los seres. La Fuerza en sí no es un elemento espiritual, depende de si se emplea para una finalidad buena o mala.

Aforismos:

¡No!, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes (Episodio IV, El Imperio contraataca).

Cuanto mayor es el orgullo, más grande es la caída (Episodio III, La venganza de los sith).

El que juega mucho, a la larga siempre pierde (Episodio I, La amenaza fantasma).

Relación Maestro-Discípulo

La formación y la enseñanza entre Maestros jedi y padawans-discípulos es un vínculo que no solo transmite conocimientos y habilidades, sino que el Maestro enseña un alto sentido del honor y conducta y es ejemplo vivencial y constatable de estas enseñanzas puestas en práctica. Este vínculo pone de manifiesto la diferencia que existe entre el lado oscuro y tenebroso y el lado luminoso y del bien. En el lado luminoso, el vínculo Maestro/discípulo, aunque exigente, trata de extender su formación a todos aquellos capaces de poder llevarla a cabo, existe una cadena de transmisión. En cambio, cuando en el lado oscuro se adopta un discípulo, se hace enfrentar al recién llegado con el discípulo precedente para quedarse con el más fuerte; no existe una concatenación de discipulado, sino casi un vínculo de intereses por poder a mayor escala.

Enfrentar los propios miedos

El afrontar los miedos internos es una de las mayores pruebas que debe afrontar el aspirante a jedi. En El Imperio contrataca, es donde se muestra con más evidencia el periodo de formación de un caballero jedi y su educación en un código de honor y de conducta. Luke debe abordar una prueba donde se ve reflejado aquello que más teme, y una vez que la supera, se da cuenta de que aquel que tenía que enfrentar era su propia imagen.

«El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva al odio, el odio lleva a la ira, la ira lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti» (Maestro Yoda, episodio I, La amenaza fantasma).

La manera en que es planteada la sentencia del Maestro Yoda nos recuerda a la milenaria epopeya hindú del Bhagavad Gita en la que el Maestro Krishna enseña al discípulo Arjuna:

«Del apego surge el deseo, del deseo la pasión, de la pasión la insensatez, de la insensatez la apetencia sin freno, de la apetencia la turbación mental, de la turbación el olvido de las virtudes fundamentales, del olvido la falta de discernimiento y de esta carencia la pérdida de todo lo demás» (Krishna).

No es el único paralelismo con el clásico oriental. La confrontación entre Pandavas y Kuravas es la eterna lucha entre el bien y el mal que escenifican la Alianza Rebelde y el Imperio Galáctico. Cada bando tiene sus líderes, sus héroes y existen vínculos familiares entre los oponentes porque, en el fondo, ese mismo enfrentamiento entre la luz y la oscuridad es un combate que se produce en nosotros mismos.

El Camino de Anakin Skywalker y el de Han Solo

posters antiguosUno de los aspectos más hermosos de esta saga es que se puede apreciar la evolución de los protagonistas a través del tiempo. Anakin Skywalker es un prometedor aprendiz de jedi que poco a poco, conforme va desarrollando habilidades, va dejándose manejar por odios, rencores, falsos orgullos, ambiciones y miedos hasta verse arrastrado al lado oscuro.

Su caída no es algo que se produzca de la noche a la mañana, sino que es un proceso gradual que se muestra a través de casos evidentes, como estallidos de violencia, brotes de vanidad al considerarse merecedor del grado de Maestro y desdén por recomendaciones y reglamentos de su orden. Esta transformación se intuye a través de pequeños detalles sutiles, como por ejemplo, emplear sus poderes y capacidades para cosas nimias, como dar de comer en la boca a su enamorada haciendo levitar los alimentos. Emplear estas potencialidades del ser humano de manera egoísta y con afán de lucimiento es lo que la antigua tradición tibetana describe como quedar atrapado por el perfume de las flores, bajo las cuales se oculta una serpiente enroscada. Así son descritas las pruebas que debe superar el discípulo en el tratado de La voz del silencio en el Vestíbulo de la Instrucción. Dicha fase es la más peligrosa para el aspirante a la verdadera sabiduría.

El caso de Anakin sería una muestra de hasta qué punto puede ser desviado el criterio de justicia cuando nos dejamos embriagar por el seductor perfume del poder.

Han Solo no se encuentra a la altura de las capacidades de Anakin Skywalker, es un ejemplo mucho más humano, más a nuestro alcance, y sus pruebas son también acordes a su nivel. No obstante, se va produciendo también en él una evolución, pero en este caso a mejor.

Al principio de la saga, en el episodio IV, Han Solo únicamente se muestra interesado por aquello que le conviene, no quiere implicarse en nada que no le reporte un beneficio, cualquier causa, por noble que parezca, queda al margen por un buen puñado de dinero. Poco a poco, a través de la amistad, el amor y ejemplos de sacrificio de sus compañeros irá cambiando sus preferencias y, sin perder el buen humor que le caracteriza, irá desarrollando una generosidad que le llevará a darlo todo por los demás. Para ello debe romper con viejos hábitos adquiridos, desechar prejuicios y arriesgar su vida y su más preciada posesión (el Halcón Milenario) en una guerra sin cuartel y peligrosa, nada cómoda, pero que merece la pena.

La muerte

La actitud ante la muerte es también uno de los puntos de trasfondo de la saga. Mientras los sith tratan de emplear las artes oscuras de la Fuerza para extender su existencia material, a costa de corromperse más y más, los caballeros jedi terminan afrontando la muerte como un proceso natural de la vida, su existencia espiritual se prolonga más allá de su vida física y por ello pueden abordarla sin temor.

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