Mientras sigues caminando,
el dibujo de tus pies
marca, sin duda, un sendero
que otros han de recorrer.
Mira bien que se dirija
a horizontes más abiertos,
más brillantes y profundos,
donde se viva despierto.
Larga y dura es la jornada,
pero se cuenta contigo;
día y noche, sin descanso,
de tu cuidado, al abrigo.
Os conducen las estrellas
y es preciso tener calma.
Que tu luz se vea lejos,
como un faro en lontananza…
Que necesaria es la poesía en nuestras vidas. Gracias por compartir tan bello poema.