En Occidente, percibimos la crisis como económica porque hemos hecho que nuestra vida gire alrededor de este aspecto, aunque muchos análisis señalan que las verdaderas razones de la crisis tienen que ver más con la ética y la dignidad humanas. En otras partes del mundo, la crisis se convierte en una prueba de supervivencia. En India, además, ser mujer da muy pocas posibilidades de ser considerada un ser humano con derechos.
(…) Un tercio de los habitantes de la India viven bajo el umbral de la pobreza, y quienes están en disposición de cambiar esta situación no están invirtiendo los esfuerzos necesarios. Por eso es vital que sigamos incansables dando pasos hacia delante en nuestro trabajo conjunto: plantando semillas que resistan la sequía, árboles que atraigan las lluvias, hospitales que traten las enfermedades que llegan con la escasez de nutrientes. Y conocimiento, para que los más desfavorecidos tomen conciencia y reclamen lo que les pertenece.
(…) La experiencia nos demuestra que es muy difícil que una sola persona se rebele contra el desigual reparto de la riqueza, la corrupción y las injusticias. Pero en grupo, los hombres y las mujeres se apoyan unos a otros y ganan la autoestima y la fuerza necesaria para avanzar en su lucha. Es lo que está sucediendo con las mujeres. Antes, estaban condenadas a una vida recluidas en sus casas, ocupándose de las tareas domésticas y sin poder enfrentarse a una realidad que las anula como personas. Por ello fomentamos que las mujeres salgan a la calle y se reúnan con sus vecinas, que expresen sus problemas, que tengan voz propia. Y gracias a esto hemos visto un gran cambio en su situación. No solo han ganado el respeto de sus vecinos. Ahora también participan en la toma de decisiones de los pueblos, y ¡luchan por la igualdad de oportunidades y plantan cara a la violencia de género!
El sector de Mujer de la Fundación Vicente Ferrer centra sus esfuerzos en el desarrollo de este colectivo (…) queremos que consigan la independencia, la autonomía y la seguridad necesarias para ser las dueñas de sus propias vidas. Para que no teman enfrentarse a las más antiguas tradiciones patriarcales. Para que puedan tener el futuro y el presente con el que, tímidamente, algunas mujeres indias comienzan a soñar.
Recordamos las palabras de Vicente cuando afirmaba que «ayudar no es dar dinero, sino amistad, amor y generosidad».
(…) El conocimiento de la realidad es imprescindible para poder transformarla.
(…) Si queremos cambiar la balanza de la pobreza, ya no podemos permanecer impasibles. Ya no más silenciosos ni silenciados. Tenemos la obligación de preguntarnos el porqué de las cosas. Cada ser humano, único, capaz de pensar y movilizarse, es nuestra esperanza.
(…) No nos encontramos solamente ante una crisis económica que afecta al mundo avanzado, sino ante una gran crisis de la civilización, desigualdades, pobreza, hambre y conflictos sociales. Desde la Fundación Vicente Ferrer entendemos que la crisis económica es grave por los damnificados que genera, pero es a su vez una oportunidad para cambiar.
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