Poca gente sabe que el 14 de marzo está dedicado al número pi, «la constante que indica la relación entre la longitud de una conferencia y su diámetro», como nos explica uno de nuestros colaboradores, si bien añade que es mucho más que eso, un número irracional, trascendental, que nos proyecta hacia otros ámbitos más complejos y sugerentes de la realidad y la génesis de las cosas.
Podríamos pensar que esta conmemoración de un día internacional dedicado a ese misterioso número vendría a ser una manera de llamar la atención para que aumente el interés por las denostadas matemáticas, que con tanta frecuencia se atragantan a los estudiantes de los diferentes niveles. O a una especie de reivindicación de los licenciados en dicha ciencia, para que se los tenga en cuenta en un mundo en que las tecnologías están muy relacionadas con los números. En cualquier caso, es interesante y oportuno que, aunque sea un día en el año, se nos recuerde la importancia de la ciencia de los números.
Por algo era un relato tradicional de los pitagóricos que alguien preguntó a Pitágoras cuál era el más sabio de los seres y respondió que el número, haciendo ver que no está solo para cuantificar las cosas, sino que llega hasta las estructuras más profundas de lo real y gobierna el mundo.
Muchos filósofos y científicos, investigadores en diferentes campos de conocimiento, se han atrevido a asomarse a lo inefable a través de esos «otros números». Y han encontrado muchas respuestas a sus osadas preguntas, tal como recogemos en nuestras páginas.
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