¡Qué tremenda es una cárcel
para quien siente a menudo
sensación de claustrofobia!
Es una fuerte opresión
que nos hace desear
el vivir en libertad.
Simplemente respirar
aire libre de la calle,
se nos convierte en tesoro
cuando echan los cerrojos
y no existe vuelta atrás.
¡Qué duro es, en verdad!
Hay que saberse adaptar…
¿Lograremos la victoria
que nos permita pasar
este tramo de la historia?
«Ten por cierto, ¡llegará!
Y tras ello devendrá
una chispa de conciencia.
La humanidad que despierta
necesita que la tierra
se libere de la escoria.
Si la cárcel te aprisiona,
es un tiempo, ¡nada más!».
Ten paciencia, vida mía.
«¡Obediencia y Libertad!».