Editorial — 1 de mayo de 2022 at 00:00

Descubriendo la naturaleza

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Descubriendo la naturaleza

Como una especie de secuela de nuestro número de abril, dedicado a conmemorar el Día de la Madre Tierra, promovido por las Naciones Unidas, nuestros colaboradores nos siguen aportando sus reflexiones y análisis con variadas perspectivas. No pensamos que estén fuera de la actualidad, pues las relaciones de los seres humanos con la naturaleza no solamente deben hacerse visibles con ocasión de un Día Mundial dedicado a esos temas, sino siempre. De hecho, cada vez más se comprueba que en el fondo de las crisis ecológicas que nos afligen se encuentra la falta de conciencia y unidad con la naturaleza, acentuando de manera excesiva y peligrosa el dominio de los humanos, la utilización egoísta de sus sistemas para ponerlos al servicio de los insaciables.

Quizá una de las señales esperanzadoras que encontramos en nuestras sociedades anestesiadas con la voracidad del consumo sin fin y el mito del progreso inagotable, es precisamente que se esté produciendo, poco a poco, un cierto regreso a lo natural, a la armonía y el respeto hacia nuestra Madre la Naturaleza, que es como decir la Tierra, el planeta que nos acoge. Todavía resisten en muchos lugares ciertas tradiciones ancestrales en relación con los ciclos del tiempo, que nos ayudan a interpretar las señales que nuestra paciente madre nos viene enviando desde hace tiempo. Una de ellas y no menos importante, es la necesidad de reforzar la unidad de los seres humanos, todos hijos de la misma progenitora, una unidad que se encuentra amenazada por las divisiones, que son en realidad enfrentamientos entre hermanos, pertenecientes a una misma familia.

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