Arte — 1 de enero de 2014 at 00:00

Sementera

por

El agua calma la sed,

aunque ninguno la nombre,

y el fuego irradia calor

aunque no haya ningún hombre

que se acerque hasta la hoguera.

 

¿Cómo nadie?¡No ha de ser!

Al llegar la sementera,

basta con un labrador

para que siembre la tierra.

 

Lluvia y Sol vendrán más tarde

a invitar a la semilla

a que siga hacia adelante.

 

Tu fuente calma la sed

aunque aún no lo comprendas.

Y tu luz se ve de lejos,

señalizando la senda.

 

 

Teresa Cubas LARA

[email protected]

 

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