Editorial — 30 de noviembre de 2016 at 23:00

El Año de Aristóteles

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En este mundo desquiciado, que aparezcan unos restos que podrían ser de la tumba de uno de los más grandes sabios de la historia puede parecer simplemente una anécdota romántica. Resulta irónico que este descubrimiento, que aún no se encuentra respaldado por inscripciones, se haya producido precisamente cuando se conmemoran 2400 años de su nacimiento, ocurrido en 384 a. C. Y la Unesco le ha dedicado este año en curso. Aristóteles no murió en su ciudad natal, sino en la isla de Eubea, donde se había exiliado junto con un grupo de discípulos suyos, pues en Atenas, donde ya funcionaba su escuela, había un clima de opinión contrario a los macedonios. Alguien llevó piadosamente sus cenizas a su ciudad y alguien erigió un mausoleo.

Para quienes amamos la Filosofía resulta reconfortante que la mayoría de los medios del mundo se hayan hecho eco de la noticia, insertándola en sus portadas o páginas de inicio. En estos tiempos de tanto desconcierto necesitamos recordar y conocer a los grandes pensadores que ofrecieron importantes claves para interpretarnos a nosotros mismos y al mundo. Y comprobar que sus luminosas reflexiones no han perdido vigencia y nos sirven para colocarnos en ese «justo medio» del que hablaba el estagirita en sus obras. Que ahora los buscadores de Internet estén repitiendo su nombre con motivo de los hallazgos arqueológicos y los homenajes conmemorativos es una buena ocasión para mirar a ese imponente personaje, tan grande que muchos pretendieron apropiárselo y de paso empequeñecerlo, adaptando a su tamaño la figura poderosa de uno de los discípulos directos del divino Platón.

Tan vigente, que todavía hoy quien quiera aprender a escribir, a narrar para el cine, encontrará lo que busca en la Poética de Aristóteles, o en la Retórica quienes quieran exponer sus ideas de manera eficaz como para que puedan persuadir a los demás para que hagan cosas buenas y provechosas, o en la Lógica, quienes quieran aprender a razonar y argumentar, sin olvidar su Ética, o su Política , para aprovechar mejor la vida .

Nosotros hemos querido contribuir a esta tarea que reivindica la inteligencia y la integridad moral con este especial sobre el estagirita y ayudar a conocerlo mejor.

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