Con lo de moda que está el feminismo y el traer al conocimiento público el papel de las mujeres en el mundo, eso que se ha dado en llamar el mundo de los hombres, Madre Historia ha considerado bueno, justo y necesario decir que la primera mujer almirante de la historia de la navegación mundial , nada menos que allá por el siglo XVI, fue española. Y se llamó Isabel Barreto.
El padre quizá fue un marino portugués. O quizá don Nuño Rodríguez Barreto, explorador de Perú. Desde Pontevedra, su lugar de nacimiento, marcha con él al país americano, y allí conoce al almirante don Álvaro de Mendaña, con el que contrae matrimonio.
En 1595, con veintiocho años, embarca, con otras mujeres. Muchas iban con sus maridos al Nuevo Mundo, pero era muy inusual el hecho de que los hombres las llevaran a una expedición a lo desconocido, así que no es solo Isabel la que tenía el valor suficiente para ello. Van hacia el Pacífico, hacia las míticas islas Salomón. Son cuatro naves, con 378 tripulantes. Con Isabel van tres hermanos suyos, y el cronista Pedro Fernández de Quirós.
Van a las Salomón, pero de camino, nos cuenta el cronista, descubren las que llaman islas Marquesas. El mundo está sembrado de nombres españoles. Y de sus muertos, no solo en batalla, porque allí, al poco tiempo de la arribada, el marido de Isabel enferma de malaria y muere, nombrando en su lecho de muerte a su esposa gobernadora en tierra, y almirante a su hermano Lorenzo Barreto.
Hay más muertos, que la malaria hace estragos. Entre otros, Lorenzo , e Isabel, ya conocida por su valor y dotes de mando, se hace cargo del mismo como adelantada de la mar océana. Es el cargo de almirante. Es la primera mujer del mundo que lo ostenta.
Y dirige sus naves a las islas Marquesas. Y descubre Fatu Hiva o Magdalena, Hiva Oa o Dominica, Tahuata o Santa Cristina, Moho Tani o San Pedro, Puka Puka en las después islas Cook, Niulakita o La Solitaria, las hoy islas Swallow, que como las Cook primero tuvieron nombre español…
En una de estas islas, los nativos atacan ferozmente, y la expedición española parte rumbo a Filipinas, donde llegan tras una muy accidentada travesía, durante la cual varios marinos son mandados ahorcar por la almirante, por contravenir sus órdenes. A Isabel no se la discute.
En Filipinas, casa con el general Castro. Organizan una expedición a Acapulco y a Argentina. Luego, regresan al hogar, a Perú. Y allí fallece, siendo enterrada en Castrovirreyna. Tiene cuarenta y cinco años.
Muy bien aprovechados.
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